A pesar de que han sido muchas las veces que han sido llamados los ciudadanos el advenimiento de la democracia a las urnas con que se restablecía el derecho a la clase política a conformar sus cndidaturas —sin cortapisa— sin ninguna significación política tras la reconciliación perdida; y a la ciudadanía para el ejercicio de sus derechos en libertad para el sufragio o voto voluntario en unas urnas bien distintas a las del Régimen anterior (en más de 130 ocasiones a lo largo de estos años ¡desde aquel 15 de Junio de 1.977! a saber: 8 al Parlamento Europeo (1.987-89-94-99-04-09-14 y 2.019; 28 Generales Congreso y Senado (1.977-79,82-86-89-93-96-00-04-08-11-15-16 y 2.019) ; 42 Autonómicas contando las especiales de Cataluña, Pais Vasco, Andalucía, Galicia con la coincidencia de varias a la vez (1.980-81-82-83-84-85-86-87-88-89-90-91-92-93-94-95-96-97-9899-00-01-03-04-05-06-07-08-09-10-11-12-15-16-17-18-2.019: 11 Municipales (1.979-83-87-91-95-99-03-07-11-15 y 2.019); 25 Forales (1.979.83-87-91-95-99-03-07-11-15- 2.019 (Juntas Generales Pais Vasco): mas 15 de Elecciones interprovinciales (Consejos Generales y Concejos); nunca se había dado —digo— un caso tan sorprendente y bochornoso como el que se ha dado a raíz de la convocatoria del pasado 26 de Mayo de cuyos trapicheos con el voto envilecido no se libra ni el mismísimo Gobierno, ni el Parlamento Europeo, ni el Congreso y el Senado, los Parlamentos Autonómicos; los Ayuntamientos, las Diputaciones, ni los tildados Regimenes Forales,ni Consejos ni Juntas Generales. La pandemia del virus del voto envilecido se ha extendido por todos los rincones de la política en este país. Es igual, en ese marco de libertades de los abanicos políticos,anda manipulada labuena voluntad de los del censo que un dia la ingenuidad de los electores evacuaban pensando en el destino elegido para respaldar de ese modo la opción política en la que creía (todas legítimas en principio) y de la que participaba entusiasmado. ¡pero, qué va! Como se ha visto ni el voto de esos cándidos votantes ha ido a parar a la opción en la que confió por derechos y libertad ni se ha hecho el uso lícito de su ejercicio.
Y desde hace más de dos meses ¡nada menos! Estamos asistiendo diariamente a una especie de mercadería de voluntades bochornosa e inasumible donde se intercambias votos (y escaños) como si fueran cromos del Guerrero del Antifaz. Sólo que a cara descubierta. Sin que les sonroje esa disposición de conculcar la voluntad de sus votantes a cambio de un trozo del pastel del poder del que todos quieren saborear. Sin darse cuenta (o conscientes de ello, lo que sería más ruin todavía) de que el pastel no puede ser devorado por todos y sin que por ninguno se recapacite en que esa tarta volverá a estar disponible dentro de cuatro años si las cosas fueran bien. Lo que no parece muy probable dada la oposición cerril y sectaria de algunos grupos en revalidar y mantener al frente del Gobierno a quien se le están cerrando ciertas puertas, mientras se abren, eso sí, algunas ventanas de los independentistas desde las que poder insuflar algo de aire, aunque esa contaminación ensombrezca el futuro de un Gobierno (incluso un Estado) sólidamente saneado.
Pero es que si se presta una cierta atención a lo que acontece cada día en ese mercadillo del voto vemos que se trasciende también a las Comunidades Autónomas, en las que cesan los sobresaltos, los recursos, las amenazas, los pactos incumplidos, las exigencias de apoyos indecentes, las expectativas de los perdedores por si pueden hacer leña del árbol caído. Todo por el poder. De dónde venga el voto es lo de menos. El ingenuo integrante del censo ya cumplió con su deber y su derecho el dia 26 de Mayo. “Ahora lo demás (el destino y el valor de ese voto, es cosa nuestra“ parecen dar a entender aquellos mercaderes de voluntades sin pensar ni en lo que decidieron las urnas ni en el futuro de España. Eso es lo de menos para ellos. O eso parece. Mientras tanto ahí tenemos un Gobierno sin funcionar, unas Cámaras (Congreso y Senado) languidecientes; unos Parlamentos autonómicos echándose la siesta o unos Ejecutivos regionales sin actividad conocida y despistadas.
La verdad es que nunca, que yo recuerde, habíamos asistido a un espectáculo tan poco edificante y tan envilecido como el que nos está deparando en esta ocasión la tropa política española. Espectáculo en el que se cambian votos por escaños o se dejan sillones de poder al enemigo para ocupar otras parcelas más golosas. Que se dejen tirados de indignación a millones de ciudadanos que un dia confiaron en los políticos (hoy profundamente devaluados) o que cientos de concejales del medio rural “vaciado“ se partieran el pecho para conseguir unos resultados óptimos para su partido y que luego han visto que no han servido para nada sino para apoyar una traición manifiesta, tras auparse a mejores opciones. El servicio a los pueblos ,a las capitales, a la Autonomías, al propio Gobierno o al Parlamento Europeo o a la propia España carecen de interés frente al egoísmo demostrado. Y esto no ha terminado.