Veinte años después de llegar a la Diputación Provincial como miembro de la corporación, Miguel Ángel de Vicente asume el mando de la institución, como presidente, con un apoyo mayoritario, que le permitirá trabajar en la defensa de “nuestros pueblos” con una máxima: “servir a los vecinos de la provincia”. En un abarrotado y caluroso salón de plenos de la Diputación, después de días de incertidumbre, recursos y retrasos en la constitución de la máxima administración de la provincia, los flamantes 25 diputados (13 del PP, 10 del PSOE y dos de Ciudadanos) han tomado posesión de sus cargos, eligiendo unos el juramento ante la Constitución y otros la promesa, ocupando sus sillones, hasta el momento de la votación (por secreto) para elegir al presidente entre dos candidatos, Miguel Ángel de Vicente (PP) ó Máximo San Macario (PSOE). La expectación llegó al máximo cuando en el recuento de votos, el resultado final, 15 para De Vicente por 10 para San Macario, evidenció que los dos diputados de Ciudadanos votaron por el popular, lo que le da una mayoría más amplia, apoyo que sorprendió, según sus propias palabras, hasta al ya presidente. “Quiero darles las gracias y agradecer que confíen en el PP y que hayan apoyado mi investidura, y a partir de ahí, hablaremos y ya veremos”, afirmó.
De Vicente agradeció en el arranque de su discurso, el aprendizaje recibido en todos sus años en la Diputación por los presidentes con los que ha trabajado, con una mención especial para el que ha sucedido, Francisco Vázquez, presente en la ceremonia. Y también tuvo palabras de agradecimiento para el equipo con el que ha trabajado en sus años como diputado del área de Asuntos Sociales y Deportes.
En cuanto al presente mandato que comienza, el presidente insistió en que trabajará por las personas y los pueblos, “y lo voy a hacer con tesón, trabajo, esfuerzo y honestidad; con capacidad de compromiso, diálogo y decisiones compartidas”. De Vicente aludió a Antonio Machado en dos ocasiones, recordando como decía el poeta: Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que hacerlas”. El presidente recalcó que Segovia “es una provincia repleta de oportunidades, como lo son su gente, cada vecino, desde el que vive en el pueblo más pequeño, hasta el que vive en el pueblo más grande”. En una apuesta clara por la España y la Segovia rural, Miguel Ángel de Vicente afirmó que “quiero que la única diferencia entre los pueblos de Segovia sea la que marca su propia identidad cultural o su territorio”. Y para ello, aboga porque la Diputación continúe trabajando en formación, innovación, educación, soluciones a la despoblación, menos burocracia y presión a los pueblos, desarrollo rural, sostenibilidad, cultura, medio ambiente y políticas sociales, y todo ello de forma transversal.
