El miedo escénico, término acuñado por Jorge Valdano para describir el enorme respeto que infunde el Santiago Bernabéu, atenaza a la clase política. Cuando pesan las piernas, no se juega igual. Que a través de las redes sociales se puedan movilizar a casi un millar de ciudadanos a una concentración para protestar por la gestión en Caja Segovia parece haber infundido mucho temor en algunos dirigentes políticos de esta ciudad. Porque el pueblo ya conoce que, al parecer, hasta ocho directivos de la entidad se han embolsado más de 32 millones de euros en concepto de salarios, prejubilaciones y planes de pensiones. Y también irrita, y bastante, que símbolos del patrimonio de la ciudad, como el Torreón de Lozoya, han tenido que ser hipotecados para hacer frente a un préstamo por una operación urbanística en Asturias.
Unos aprovechan la ola, olvidan responsabilidades y se suben al carro de la indignación. Los hay que han hecho de la causa «bandera política», con claros fines electoralistas. Otros insisten en que eran ajenos a las decisiones, y que, en todo caso, abandonaron el barco hace mucho tiempo, el mismo tiempo que llevan exigiendo explicaciones. Y otros tiran balones fuera y comienzan a maniobrar para apartar a quienes les resultan «incómodos».
Destacados dirigentes del PSOE anunciaron su participaron en la concentración del sábado. Al alcalde, Pedro Arahuetes, se le vió por el Hospital General a la hora de la concentración, por motivos familiares, por lo que no se puede dudar del motivo por el que no asistió a la protesta. El miedo escénico es, quizá, el que se apoderó del secretario general del PSOE, Juan Luis Gordo y del senador Félix Montes. Es posible que el temor a que pudiesen ser increpados por algún manifestante incontrolado les hiciera quedarse en casa. Quizá, a sabiendas del cambio de decisión, ese mismo día, Gordo, en su blog, colgaba un ‘post’ sobre Caja Segovia titulado «malestar e indignación». El líder provincial de los socialistas justificaría después su ausencia en que el acto «estaba politizado y manipulado». Es posible que aludiera al hecho de que los miembros de UPyD, formación que ha llevado el asunto a los tribunales, iban a portar una gran pancarta. Cierto es que la leyenda ¡Que lo devuelvan! llevaba el sello inconfundible del partido de Rosa Díez. Las letras eran de color magenta, pero el símbolo de UPyD no aparecía. Y quienes no aparecieron fueron los dirigentes del PP. No en vano, 14 de los 17 miembros del anterior Consejo de Administración de Caja Segovia estaban relacionados, de forma directa o indirecta, con el partido de Rajoy. ¿Víctimas del miedo escénico?.
A las ausencias de la concentración, ayer se sumó otra no menos llamativa. En contra de toda lógica, el viceportavoz y delegado de asuntos económicos del grupo municipal del PP, Juan Antonio Folgado, no compareció en la rueda de prensa de los populares para dar cuenta de los asuntos del pleno de hoy miércoles. Y llamativo es porque el asunto de más calado que analizaran hoy los concejales es la aprobación de las ordenanzas fiscales de 2013, un asunto, el de las tasas e impuestos, del que Folgado ha demostrado sobrado conocimiento y maestría.
El portavoz Jesús Postigo, que compareció en solitario, no acertó a dar una explicación coherente sobre la llamativa ausencia de su concejal «experto» en asuntos económicos, uno de los directivos que accedieron a la prejubilación, se supone que millonaria, de Caja Segovia. Es más, Postigo pasó casi de puntillas por el asunto de las ordenanzas fiscales y se centró en una moción que iba a presentar el grupo sobre el ciclo del agua. «¿Porqué no ha comparecido Folgado?. «El viceportavoz participa de forma activa y sobre todo en el tema de las ordenanzas», respondió Postigo a los periodistas.
Las declaraciones a los periodistas, este martes, del presidente provincial del PP, Francisco Vázquez, en un acto en el Museo Esteban Vicente, alimentan la sospecha de que los populares buscan proteger a Folgado y no someterle a situaciones incómodas, como comparecer en una rueda de prensa y ponerle en la diana de las preguntas de los medios de comunicación. Otra hipótesis es que los dirigentes del PP no quieren que se les vincule con el que fuera director de Planificación y Estudios de Caja Segovia.
Y es que Vázquez aseguró que no había ningún miembro del PP que hubiera cobrado cantidades millonarias, ya que el viceportavoz en el Ayuntamiento no está afiliado. El presidente del PP de Segovia culpó al Banco de España de ser el «mayor responsable» de las prejubilaciones millonarias de directivos de las cajas de ahorro.
El Banco de España, según insinuó el dirigente popular, debió supervisar todas las actividades de las entidades financieras y no actuó. «Eran los equipos directivos quienes hacían y deshacían como si fueran accionistas, en vez de representar al público general, a la sociedad», indicó Vázquez. La irritación ciudadana ha provocado ‘miedo escénico’ y mucho desconcierto. El que sentían los futbolistas de equipos europeos cuando saltaban al Santiago Bernabéu.
“Que caiga todo el peso de la ley”.- En relación a la concentración del pasado sábado frente a la sede de Caja Segovia, el portavoz municipal del PP, Jesús Postigo, aseguró que “entiendo, comprendo y comparto la indignación, y que se manifiesten”. No obstante, “el tema está judicializado en Madrid y Segovia y no me gusta hacer juicios paralelos”, matizó. En cualquier caso, Postigo fue rotundo: “Que la justicia llegue donde tenga que llegar para esclarecer posibles irregularidades”. “Que caiga el peso de la ley, al máximo, sobre aquellas personas que no han hecho las cosas como debieran”.
