“Te espero; este teatro es para ti, ven a fabricar la luz, que alumbre esta función donde tu actriz enamoró, al actor que vive en mí, interpretando a un hombre serio aburrido y ya cansado de un papel que le impusieron, …”
Cada equipo, cada jugador o deportista tiene su ‘teatro’ particular, aquel lugar donde interpreta su mejor versión y se encuentra más cómodo o protegido por los suyos. Además suelen ser lugares que se convierten en un fortín para el equipo que juega como local, y causan mella en los equipos u oponentes rivales. Claros ejemplos son el pabellón Pedro Delgado, la ‘catedral del sala’ para los nostálgicos de Caja Segovia de fútbol sala o el ‘Guerrer@s Naver@s’ de nuestro querido Nava de balonmano.
Cierto es que el incremento de instalaciones y la facilidad de acceso a las mismas ha servido de empujón para que muchos de nuestros peques se animen a practicar deporte. y para que también los padres estén por la labor, ya que algunos recordarán limpiar charcos en algunas canchas al aire como las del Claret o el Calvo Sotelo, éste junto con su famosa alcantarilla, en el caso de los que jugábamos al baloncesto.
Ahora, con estas instalaciones, todo ha mejorado y provoca mejores condiciones para disfrutar haciendo deporte. Lamentablemente, hay pabellones que lo olvidan, y aunque entiendo que es complicado mantener o lograr una buena temperatura, no es posible que haga peor dentro que fuera, y todo ello sin mencionar que vayas a darte una merecida ducha y el agua caliente brille por su ausencia. Deberíamos darle una vuelta a este asunto.
Hoy la dedicatoria es para Daniela, gracias por acompañarme y compartir con el tío gruñón…
Semper Fidelis.
