El Barcelona respondió ayer con una goleada al Mallorca (5-0) después de dos jornadas con la pólvora mojada, y su estrella, el argentino Leo Messi, volvió por sus fueros, con un partido notable y con un triplete de goles.
El conjunto azulgrana volvió a plantear un partido atrevido, dejando a tres defensas (Alves, Mascherano y Abidal), colocando a Messi por detrás de tres delanteros y con dos extremos inusuales, Adriano y el joven Isaac Cuenca.
Por la banda derecha, la que ocupó el canterano, fue por donde el Barça empezó a volcar buena parte de su juego ofensivo. De todos modos, a pesar del esperado control que se presumía que ejerciese el conjunto azulgrana, fue Joao quien tuvo en sus pies el primer gol, que erró incomprensiblemente cuando recibió un centro franco, pero remató fuera.
En el siguiente minuto, el Barça respondió, pero otra vez Villa pecó de pleitesía a Messi, ya que el asturiano tuvo un disparo claro y optó por un pase que no esperaba el argentino. Villa no tuvo su noche, con errores clamorosos, como cuando se plantó solo ante Aouate y le disparó al pecho. Acabó sustituido.
En cambio, la ‘Pulga’, como es habitual, estuvo más certero en el pase y en la combinación con sus compañeros, por lo que se le vio más motivado y entero que en anteriores partidos, en los que vio cómo su trabajo tenía pocas recompensas, incluido el gol.
Después de que Cuenca enviase un nuevo centro envenenado al centro del área, sin encontrar rematador, en el minuto 13, Messi también intentó un centro que Adriano retrasó de cabeza, pero encontró la mano de Nsue.
El penalti lo transformó el albiceleste (1-0), quien se dirigió a la cámara para celebrar el gol, contando con los dedos: 1, 2 y 3, casualmente el número de partidos que llevaba sin marcar. No obstante, como si fuese una premonición, acabarían siendo los tres que firmó en la primera parte.
Después de anotar el tanto 130 en Liga y quedarse solo a uno del mítico Ladislao Kubala, en el minuto 21, un nuevo centro de Cuenca encontró otra vez el remate de Adriano, esta vez bastante defectuoso y con el pie, y el balón acabó en los pies de Messi, que marcó el segundo desde el centro del área.
Justo a la media hora, el bloque de Guardiola dejó sentenciado el partido con la tercera diana. Vino precedida de una gran jugada de Messi y un pase a Thiago, que se lió cuando tenía un disparo claro. En el rechace, Alves envió el balón al centro del área donde Messi lo desvió para anotar su triplete (3-0).
El Mallorca evitó el cuarto poco después cuando Joao, desde el suelo y con el portero batido, tocó lo suficiente el cuero para despejarlo un certero tiro de Adriano.
No se vio atisbo de reacción por parte de la escuadra insular en el segundo tiempo, que a pesar de los dos cambios (entraron Crespi y Zuiverllon por Ramis y Tissone) volvió a su estado de sumisión.
En estas, Cuenca recibió un balón dentro del área a los cuatro minutos, regateó al meta y marcó el cuarto. Fue la puntilla, por si al Mallorca le faltaba algún signo más de que nada podía hacer.
El Barça se dio un último festín; recuperó a Puyol y Piqué, que entraron en la segunda parte, y el conjunto azulgrana finalizó con dos extremos de la casa: Cuenca y el debutante Gerard Deulofeu.
La fiesta acabó con un golazo de Alves, tras un durísimo disparo desde fuera del área, tras sacarse una falta en la que Messi fue cazado en el centro del campo.
Rosell prefiere el horario de tarde.- El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, precisó ayer que no le gusta que su equipo pueda llegar a jugar a las 12 del mediodía, como ha impuesto este año la Liga y como experimentará el Real Madrid la semana que viene en el Bernabéu contra Osasuna. «A mí no me gusta jugar a las 12, porque me gustan las tradiciones en el fútbol. En el Camp Nou se juega por la tarde o por la noche. Pero seremos solidarios y cumpliremos con la ley, pero no me gusta», indicó. El mandatario azulgrana, que asumió que posiblemente el equipo deberá jugar alguna jornada en dicho horario, también anunció que impulsará la expansión de la imagen del club en el mercado chino. De hecho, señaló que enviará a una delegación en noviembre, liderada por él mismo. Por otro lado, Rosell, al igual que lo hizo el pasado viernes Pep Guardiola , subrayó que el argentino Leo Messi «es, sin dudas, el mejor jugador del mundo».
