El argentino Leo Messi aseguró ayer que su elección es continuar en el club, pero precisó que su futuro lo decide «la gente del Barcelona» y señaló que, en caso de no quererle, buscará una solución porque «siempre» querrá lo mejor para el club.
Más allá de este enigmático apunte sobre el futuro, pidió perdón a la afición por un año en el que no ha estado a su máximo nivel. «Estoy muy feliz de seguir en mi casa. Este año quizá no fue como esperaba, pero estoy convencido que, al igual que con el grupo, en lo personal también va a ser distinto», auguró.
«La verdad, no salieron las cosas como esperábamos, fue un año muy duro en lo personal y en lo colectivo. Así y todo tuvimos la oportunidad de lograr un objetivo en el último partido y no supimos aprovecharlo. Solo quiero pedir perdón a todo el barcelonismo y prometerle que el año que viene volveremos a estar a la altura de este club», se sinceró.
El delantero firmó ayer por la mañana su nueva mejora de contrato y se convirtió en el futbolista mejor pagado del mundo. Aunque no se hicieron públicas las nuevas condiciones del pacto, los medios afirman que Messi pasará a ganar 20 millones de euros anuales libres de impuestos, más cuatro por variables.
El argentino llegó a las oficinas del Camp Nou para proceder a la rúbrica de un compromiso que el club ya cerró la pasada semana con su padre. Acto seguido, Messi se marchó para comenzar sus vacaciones antes de concentrarse con la selección argentina para preparar el Mundial.
