La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se esforzaron por escenificar una buena relación en la reunión que mantuvieron ayer en Berlín con el trasfondo de la creciente tensión bilateral por la ayuda financiera de Bruselas al país heleno.
Tsipras rebajó el tono dialéctico que ambos países han mantenido en los últimos encuentros bilaterales criticando la portada de la revista alemana ‘Der Spiegel’, un fotomontaje que muestra a Merkel rodeada de oficiales nazis en la Acrópolis de Atenas.
“Es una provocación injusta”, dijo, subrayando que es injusto “para la canciller y para Alemania”. “Por favor, dejemos atrás las sombras del pasado. La Alemania de hoy no tiene nada que ver con la Alemania del Tercer Reich”.
Además, aclaró que, aunque existen diferencias de opinión sobre las reparaciones de Alemania a Grecia por los daños causados durante la Segunda Guerra Mundial, su Gobierno no planea apoderarse de propiedades alemanas.
Merkel, por su parte, insistió en que el tema de la ocupación nazi de Grecia quedó resuelto, al tiempo que insistió en que es consciente del dolor que este periodo de la historia provocó en el país heleno.
Más allá de estas palabras, Tsipras y Merkel apenas abordaron los problemas económicos de Grecia y la firma postura de la UE de exigir reformas extructurales para continuar con la ayuda al Gobierno de SYRIZA, aunque se preveyó que lo hicieran durante la cena de esta noche.
Merkel se limitó a recalcar que “aunque hay 80 millones de personas viviendo en Alemania y es la mayor economía de la UE, Europa está construida sobre el principio de que cada país es igual de importante”, concluyó.
No obstante, la canciller insistió en que para que Grecia recupere el crecimiento económico y con ello el empleo, “necesita reformas estructurales, un presupuesto sólido y una administración que funcione”.
Tsipras aclaró que la finalidad de su visita a Alemania no es resolver los problemas de liquidez de Grecia, sino encontrar un terreno común para seguir adelante con las negociaciones en el seno de la eurozona.
Por otro lado el primer ministro griego, Alexis Tsipras, advirtió a Angela Merkel en una carta remitida a la canciller germana la semana pasada que para Atenas resultará “imposible” hacer frente a las obligaciones de su deuda en cuestión de semanas si la Unión Europea sigue sin prestar al país ayuda financiera a corto plazo. Tsipras reconoció que se verá forzado a elegir entre devolver los créditos o hacer un gasto social.
