Es muy probable que alguna vez de hayas preguntado por qué Mercadona es uno de los supermercados más conocidos a lo largo y ancho de nuestro país, o por qué es la opción preferida por muchos para hacer sus compras, haciendo que millones de personas entren por sus puertas día a día. Esto es algo sorprendente, ya que la cadena valenciana no es especialmente fan de anunciar ofertas o descuentos espectaculares, pero la respuesta reside justo en eso y en un modelo de negocio que ha superado con creces a sus competidores.
Y es que la cadena ha construido un sistema que hace que el cliente sienta que siempre está pagando un precio justo, sin necesidad de descuentos u otros «trucos» para ahorrar en la cesta de la compra que otros supermercados anuncian a bombo y platillo. Es decir, que mezcla la confianza y estabilidad, dando con ello una sensación de paz y tranquilidad a sus consumidores debido a esa percepción que se tiene de comprar siempre al mismo precio; mientras que otros optan por catálogos con ofertas que no acaban, puntos que coleccionar o tarjetas de fidelización.
Los precios siempre bajos como principal filosofía del Mercadona
Una de las señas de identidad de Mercadona es su estrategia de Siempre Precios Bajos (SPB), que no necesita carteles gigantes ni semanas temáticas para funcionar, ya que, de hecho, es precisamente esta ausencia de promociones lo que da tanta seguridad al consumidor.
Esta apuesta por la estabilidad descoloca a Lidl, Carrefour y otros supermercados, cuyos precios fluctúan mucho más según la semana o el tipo de campaña que estén llevando a cabo en ese momento y, aunque esas promociones pueden parecer atractivas, obligan al cliente a estar pendiente del catálogo, comparando y volviendo al supermercado una y otra vez solo para aprovechar un descuento temporal. En cambio, quien llena su cesta en Mercadona sabe que si vuelve mañana, pasado o la semana siguiente, va a pagar lo mismo, lo que le da mucha paz mental y le evita que tenga que invertir un tiempo que quizás ni tiene.
Marcas propias fuertes y reconocibles
Otro de los secretos que sostienen la posición de Mercadona frente a Lidl y Carrefour es la fortaleza de sus marcas propias, que ya no funcionan como alternativas baratas, sino como productos destacados por sí mismos. Hacendado, Deliplus y Bosque Verde se han convertido en sinónimos de calidad, hasta el punto de que muchos consumidores acuden al supermercado exclusivamente por ellos, y no solo por su precio.
Esto permite a Mercadona controlar mejor sus precios y su surtido, evitar intermediarios y lanzar productos adaptados rápidamente a la demanda de sus clientes; mientras tanto, Lidl apuesta por marcas propias pero con un catálogo más rápido y cambiante, y Carrefour combina gran cantidad de proveedores, lo que hace más difícil mantener una coherencia tan firme en precios y calidad.
Mercadona también les adelanta en la experiencia de compra
Si hay algo que Mercadona tiene claro es que la gente quiere hacer la compra rápido, sin agobios y sin perderse en exceso entre lineales interminables, motivos por lo que la cadena dedica tantos recursos a diseñar tiendas con pasillos amplios, zonas muy limpias y una distribución lógica de los productos.
En este enfoque, Mercadona les ha «adelantado por la izquierda» a sus competidores, ya que ellos suelen tener una experiencia de compra algo más caótica o que varía entre una tienda y otra, a pesar de ser de la misma marca. Gracias a esta estrategia de la cadena valenciana, sus supermercados son muy reconocibles por dentro, haciendo que ni nos perdamos aunque vayamos a una de sus tiendas en otra ciudad, algo que genera hábito, confianza y familiaridad.
A esto se suma una logística impecable que garantiza que raramente falten productos, algo que en la competencia puede variar más según la afluencia o el tipo de establecimiento, lo que es básicamente otra pieza clave del “truco” silencioso.
