Un servicio de distribución de paquetes en mano, rápido y, sobre todo, sostenible. Éstas son las características de Xiclo, un proyecto de bicimensajería iniciado por Tran Vu Mai y César Paúl Tomillo, dos jóvenes emprendedores residentes en Valladolid. Ambos tenían una idea de distribución beneficiosa con el medio ambiente y la Asamblea Ciclista de Valladolid les puso en contacto. Así, con una inversión inicial a partes iguales y un crédito de intereses bajos del Fondo Para el Emprendimiento Social en Valladolid (Fondesva), se pusieron en marcha el pasado mes de junio, ayudados por la agencia Miltrescientosgramos, encargada del marketing y la responsabilidad social.
El servicio de distribución es su principal línea de negocio. Para el reparto usan una bicicleta y un triciclo, equipados con cajas con capacidad para transportar cargas de 80 y 180 kilogramos respectivamente. Es en estos baúles donde se trasladan, bajo llave, los paquetes que distribuyen cada día -de lunes a viernes- por la zona urbana de Valladolid, de momento, su único radio de acción. «Con las características de estos vehículos no podemos ir mucho más lejos. Como mucho, a largo plazo, llegaremos a los pueblos cercanos».
El proyecto todavía está dando sus primeros pasos, aunque actualmente, hay «bastantes clientes interesados» en él. Para obtener la rentabilidad necesaria en cualquier negocio, precisarían distribuir «entre 50 y 80 paquetes al día», según detallan sus responsables.
De momento, en poco más de un mes, ya han sido contratados por el Teatro Calderón de Valladolid para ser los encargados de distribuir su programa del año que viene, un paso importante de cara a llegar al «sueño» de repartir más de cien paquetes al día.
Xiclo ofrece varias tarifas, según sea el servicio solicitado, de ‘mensajería urgente’ o mediante la ‘distribución de última milla’, por ejemplo.
La ventaja de Xiclo se encuentra en que sus vehículos ofrecen más «movilidad, amplitud y flexibilidad en el casco urbano», prosigue. Eva de Fuentes es la principal -aunque no única- encargada del reparto diario. Ella sigue una ruta prefijada por distritos postales y va con la bicicleta de puerta a puerta. «Se pueden aparcar en aceras anchas porque no molestan. La puedes dejar en cualquier hueco».
