Así califica el alcalde de Cuéllar, en una entrevista en un diario local, las críticas que se realizan a su mala gestión al frente del Ayuntamiento. Decía él en la entrevista, que el equipo de Gobierno se dedica a trabajar y a no contestar “lo que yo llamaría memeces”. Es decir que todos los que le criticamos somos unos memos, tontos, simples y mentecatos. Pues que bien. A fuerza de ser tonto, simple o mentecato y a arriesgarme a que me llame por teléfono para prevenirme de algún mal, como ha hecho ya con algún otro vecino, no puedo callarme lo que están viendo mis ojos. Y lo que veo es a una persona que se ha puesto el Ayuntamiento por montera y hace lo que le parece sin consensuar ni consultar con nadie, ni con los grupos de oposición, ninguna asociación. El resultado de esto es el desastre de las fiestas de este año. Veo a una persona que nos ha subido los impuestos hasta límites difíciles de soportar por el común de los vecinos, con el único objetivo de presumir de haber conseguido superávit en el Ayuntamiento. ¿Si no pones nuevos servicios ni mejoras los existentes, para que quieres el dinero de todos los cuellaranos? Veo a una persona que no cree en la gestión pública, aunque presume de su gestión, los privatiza. Veo a una persona que prometió la construcción de un gimnasio en el colegio de la villa desde incluso antes de ser alcalde (era presidente del Ampa), y cuando llegó a primer edil se olvidó. Veo a una persona que dirige una institución que es propietaria de 24 viviendas y cerca de sesenta plazas de garaje, que llevan más de dos años terminadas y no las vende (seguimos pagando los intereses del préstamo). En fin veo a una persona con muy poco talante democrático, que no soporta las críticas, se enfada con los que le criticamos, considera que decimos memeces; y ya se sabe, las memeces las dicen los memos, los tontos y los mentecatos. Al menos eso dice la Real Academia de la Lengua.