Necesitaba el Club Deportivo La Granja una alegría como la que recibió en la tarde del sábado, cuando los de Ricardo de Andrés recibieron el premio al buen partido que realizaron frente al Real Ávila, y consiguieron tres valiosos puntos en el encuentro frente a un rival de los fuertes de la categoría, pero que demostró encontrarse en una buena crisis de identidad que de momento no está sabiendo solucionar su nuevo técnico, María Hernández.

Desde el primer minuto de partido se vio a un Real Ávila mucho más presionado que el CD La Granja, más habituados los granjeños a manejarse en las posiciones ‘calientes’ de la tabla, menos avezados los encarnados en manejar la presión de tener que clasificarse en las posiciones que dan derecho a jugar la fase de ascenso.

Ello se notó sobre el irregular campo de El Hospital, con acciones en las que el portero Johan o Manu Sánchez se las tuvieron tiesas con Ibra o Víctor Velasco sin que pasase absolutamente nada. El CD La Granja, conocedor de que el rival iba a intentar presionar, buscó los balones en largo hacia la cabeza de Víctor Velasco o de Ibra, en busca de una segunda jugada.

Con las ideas más claras

Un cabezazo de Manu Sánchez en el segundo palo fácil para Loren, y una protesta que se quedó en eso por parte de los jugadores visitantes tras una arriesgada acción de Kike sobre Rubiato fueron el único bagaje del Ávila en unos primeros cuarenta y cinco minutos en los que el equipo abulense no encontró la manera de jugar el balón por abajo, intentando llegar al área local a base de balones en largo que encontraron su objetivo… cero veces.

Así que el partido se movía con el CD La Granja controlando bien los ataques visitantes, y el Real Ávila sin encontrar la forma de pasar de su centro del campo con una mínimas opciones ofensivas, hasta que en el minuto 21 de partido, Johan sale fuera de su área para despejar un balón lateral, y en lugar de sacarlo del campo, lo envía justo a los pies de Ibra, que unos metros más allá de la línea del centro del campo toca con calidad para marcar desde lejos, pero a puerta vacía.

Un cambio antes del descanso

El 1-0 dejó al Real Ávila sin respuesta. Tanto fue así que, sin llegar a una manifiesta claridad de ocasiones, estuvo bastante más cerca el segundo tanto de los granjeños que el primero de los abulenses. Ibra la tuvo tras un recorte en el pico del área grande que acabó con un lanzamiento que repelió Johan a córner, y Ayoub también dispuso de otra ocasión que envió al palo corto que el portero abulense detuvo en dos tiempos.

El entrenador del Real Ávila, María Hernández, vio a su equipo de tan mala manera que antes del descanso ya había dado entrada a Domingo por Rubén Ramiro, lanzando un mensaje que sus jugadores no entendieron, llegándose al intermedio con la justa ventaja local.

En la segunda parte se repitió el guion de la primera, con el Real Ávila apretando en busca de un error del CD La Granja, bien en la salida del balón, bien en algún repliegue que fuera más lento de lo normal.

Pero Ricardo de Andrés tenía muy bien trabajado el partido, y el equipo del Real Sitio estaba más que motivado para ganar el encuentro. Así que en un duelo con mucho balón dividido, por lo que se exigía estar atento a las segundas acciones, los jugadores locales estuvieron mucho mejor colocados que los visitantes y con Kike, pero sobre todo con Barbudo, liderando el centro de la defensa con la contundencia necesaria para hacer imposibles los intentos abulenses.

Era un encuentro de choque, y el colegiado burgalés Calleja Castrillo puso el listón muy claro a ambos equipos. Gracias a ello se libró Gabi de la segunda tarjeta amarilla tras una entrada a Manu Sánchez que encendió a los abulenses, deseosos de que algo les saliera bien en el encuentro. Pero el árbitro (tan ‘tiquismiquis’ como sus asistentes con los petos, con las líneas que no deben sobrepasar los entrenadores o con la fuerza de los balones que se debían lanzar por parte del delegado) optó por señalar la falta y no hacer más.

Velasco da la tranquilidad

Con el Ávila entrando en desesperación, el CD La Granja comenzó a sumar ocasiones, como una de Velasco u otra de Peli que se quedaron en el ‘uy’. Mientras, en el área de Loren un remate de cabeza de Rubiato que llegó sin fuerza a las manos del portero se quedó como lo más peligroso entre los palos de la portería granjeña.

María Hernández volvió a mover el banco, en este caso pasando a defensa de tres y dando entrada a Carlos y Moreira y cambiando a Domingo, que se marchó con un buen enfado. Pero ni por esas le funcionó el plan al técnico del Ávila, al que se le puso el partido imposible cuando Víctor Velasco colocó el 2-0 tras recibir dentro del área un buen centro de Ibra.

La fiesta para el CD La Granja pudo ser aún mayor, porque los de casa se desataron a la contra y bien pudieron haber marcado el tercero. Pero al final el 2-0 se quedó como el marcador definitivo para alegría de la parroquia granjeña. y tremenda decepción para los aficionados abulenses que se trasladaron en buen número hasta el campo de El Hospital y que terminaron mostrando su disconformidad con el espectáculo que había dado su equipo sobre el terreno de juego.