Una empresa especializada en poda de arbolado, con sede en Valsaín, acometió ayer la tala de una decena de chopos, de gran altura, junto a la tapia del monasterio de El Parral; además de retirar varios árboles muertos anclados en la ribera del Eresma e inclinados hacía el río, junto a la Casa de la Moneda. Los trabajos han sido encargados por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento y han supuesto un gasto de unos 3.000 euros, según explicó ayer la titular del departamento, Paloma Maroto.
Con la tala de estos diez chopos se ha logrado reducir la densidad de la pantalla vegetal que ocultaba la visión panorámica del monasterio de El Parral, especialmente desde la muralla. El monasterio de Santa María de El Parral es un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC), propiedad del Estado y cedido al Obispado de Segovia para su custodia y conservación en 1925, en el que viven los monjes Jerónimos.
La actuación se ha producido en cumplimiento de una moción de IU, aprobada por el pleno, y de acuerdo con el informe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento, que abogó por eliminar estos árboles, de gran altura, y sustituirlos por otras especies de menor porte. El proyecto contó con el visto bueno de la Comisión Territorial de Patrimonio, en mayo de 2012, y se ha podido ejecutar cuando ha existido disponibilidad presupuestaria, según relató Maroto.
La concejala indicó que los chopos se plantaron para disimular la tapia del monasterio y que esta especie se eligió para mantener la estructura del arbolado de la Alameda. La humedad de la zona, por la proximidad al río, ha hecho que el arbolado hubiera crecido hasta formar una tupida pantalla vegetal, que se elevaba incluso por encima del arbolado que plantaron los monjes jerónimos en el interior del monasterio para disimular su almacén de maderas.
Tras la tala de estos árboles, se procederá a la plantación de nuevas especies, como fresnos, nogales y almeces, más longevos y de menor porte. «Estos árboles mantendrán la pantalla vegetal tan característica de la Alameda sin que perjudique la contemplación del monasterio, mejorando el entorno», añadió Maroto.
Aprovechando el desplazamiento de operarios y maquinaria, ayer también se procedió a la retirada de cinco árboles muertos y en condiciones de decrepitud en el entorno del Puente de la Moneda. Estos árboles, sauces y arces, permanecían aún anclados en la zona de ribera, aunque caídos hacia el río, y en algún caso cercano a la Casa de la Moneda, con riesgo de dañar el monumento. Maroto indicó que existe otro árbol caído sobre el lecho del río que se retirará de forma manual cuando se produzca una disminución del caudal.
