Más de 500 niños, según los datos de la Junta de Castilla y León, fueron atendidos en la unidad escolar del Hospital General de Segovia el pasado curso. En esta unidad, los niños pueden continuar su proceso de aprendizaje mientras que están ingresados y además aprovechar el tiempo libre y afrontar mejor el tiempo de convalecencia gracias al trabajo de docentes especializados y voluntarios.
El consejero de Educación, Fernando Rey ha anunciado que el departamento que dirige “está trabajando, a partir de las aportaciones realizadas por los profesores de las aulas hospitalarias, en la elaboración de una normativa específica en la cual se desarrollen conceptos como la propia definición de aulas hospitalarias, sus objetivos, los criterios de atención, las funciones de los profesores y cómo se debe realizar la coordinación entre los maestros de aulas hospitalarias y los centros docentes en los que están escolarizados los alumnos”.
El profesorado de las aulas hospitalarias depende de la Consejería de Educación y, además de su actuación directa con el alumnado, realiza una coordinación interna con el centro hospitalario y otra externa con las familias, centros docentes de referencia, Administración educativa autonómica, otras aulas hospitalarias e instituciones y asociaciones que tengan como objetivo mejorar la atención del niño hospitalizado.
Aunque la actividad educativa se puede llevar a cabo de varias formas, la más común es la asistencia al aula por parte del alumnado, siempre que este se encuentre en condiciones físicas para desplazarse; o en su propia habitación, cuando su estado de salud aconseja que sea el profesor el que se desplace.
Los destinatarios son alumnos de etapas no universitarias que están hospitalizados en estancias largas —más de 30 días de curso escolar—, medias —entre 15 y 30 días de curso escolar—, o cortas -menos de quince días de curso escolar—y mantendrán su escolarización, a efectos de evaluación y promoción, en sus respectivos centros escolares.
El consejero Fernando Rey asegura que la atención educativa de calidad ha permitido que prácticamente la totalidad del alumnado que ha pasado por las aulas hospitalarias que hay en Castilla y León se haya incorporado a sus centros de procedencia sin sufrir retrasos en su proceso de formación.
