Medio centenar de niños y niñas y sus 15 monitores del municipio madrileño de Torrejón de Ardoz (Madrid) regresaron el pasado martes al albergue de Fresno de Cantespino (Segovia), tras pasar una noche en la polideportivo de la villa de Riaza, al que fueron evacuados por precaución tras un aviso al 1-1-2 Castilla y León por un posible escape de gas.
Se activó el protocolo y, en coordinación con la Guardia Civil, el albergue fue desalojado para hacer las oportunas comprobaciones por parte de los Bomberos de Segovia que determinaron que había sido una falsa alarma.
Los chavales, entre los 6 y los 14 años, y sus monitores fueron atendidos por efectivos del Ayuntamiento de Riaza y Protección Civil en estas instalaciones municipales. Aunque no había riesgo, se optó porque pasaran allí la noche para que, a primera hora de la mañana, se llevaran a cabo las últimas comprobaciones de seguridad por parte de la empresa suministradora.
El alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, aseguró que todo se quedó “en un susto”.
Tras ofrecerles un desayuno, los niños y sus monitores estuvieron dando una vuelta por las calles de Riaza, hasta que de nuevo fueron trasladados a las instalaciones del albergue de Fresno de Cantespino, donde precisamente finalizarán el campamento.
