La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio comienza en este mes de enero los trabajos para elaborar el censo anual de aves acuáticas invernantes. En el censo anterior, realizado en enero del pasado año, se contabilizaron 56.988 ejemplares de 56 especies diferentes en 341 humedales. Este seguimiento anual permite obtener una imagen fija de cada una de las especies y poblaciones de aves acuáticas a nivel regional, y contribuye a revelar la importancia que tienen las diferentes zonas húmedas para la conservación de la biodiversidad en Castilla y León.
Desde el año 1967, la organización Wetlands International promueve y coordina un programa de censos de aves acuáticas invernantes en humedales que se llevan a cabo anualmente a lo largo del mes de enero, periodo en el que muchas especies de acuáticas se congregan en enclaves concretos, por lo que su recuento es más sencillo y fiable que en otras épocas del año, y que se desarrolla en todos los continentes. Las fechas establecidas para el año 2023 son entre el 9 y el 24 de enero, siendo prioritarios el 14 y 15 de enero.
En Castilla y León, es la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio la encargada de coordinar y realizar este seguimiento que está enmarcado dentro del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, y en el que participan agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y técnicos de los servicios territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural.
El aspecto más relevante de este programa es su capacidad para proporcionar tendencias de poblaciones de aves a medio y largo plazo, mediante la recogida de datos de forma estandarizada y periódica: recuentos efectuados con la misma metodología y en los mismos sitios cada año. De esta forma, se dispone de información sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas y su estado de conservación, así como su distribución, teniendo en cuenta que esta información es crucial para su gestión y conservación. Además, los censos de aves acuáticas invernantes se han convertido en un instrumento fundamental para el conocimiento y valoración de sus hábitats, los humedales.
