Cinco eurillos de entrada por ver jugar a la Gimnástica con el Gerona me parece un precio, más que razonable, regalado. Teniendo en cuenta el nivel de fútbol habitual que se ve en La Albuera cada domingo, los aficionados hubieran pagado lo que la Gestora les hubiera pedido por ver un partido en condiciones. Un regalo caído del cielo (o de la Junta Gestora, mejor dicho), porque no creo vayamos a ver nada parecido en lo que resta de temporada.
Ves competir contra el Gerona a Rubén o Javi Marcos (por dar el nombre de estos dos jugadores, pero que bien podrían ser otros) y te preguntas, de verdad, qué hacen estos chicos jugando en Tercera División. La Gimnástica perdió, sí; pero compitió más que dignamente en la primera eliminatoria de la Copa del Rey con un equipo con aspiraciones en la Liga SmartBank.
¡Qué no daría cualquier aficionado por ver cada domingo partidos de este estilo, en vez de lo que nos encontramos habitualmente! Pero claro, para eso hay que jugar, como mínimo, en Segunda División B. Mientras el equipo siga en Tercera, darán ganas de volverse a casa en el minuto 50, con 3-0 en el marcador.
Y es que a la Gimnástica (me refiero al club en su amplio sentido: jugadores, técnicos, gestores, aficionados, sociedad…) ya no le vale jugar un añito en 2ªB cada cierto tiempo y volver a Tercera la temporada siguiente. El club necesita estabilidad deportiva en un nivel superior. Y eso se consigue, y hasta me atrevería a decir que lo garantiza, convirtiendo al club en Sociedad Anónima Deportiva. Algo que, por cierto, ha apoyado el setenta y tantos por ciento de los socios en distintas votaciones al efecto. Mayoría, ¿no?
El domingo, al menos, La Granja.
Feliz Navidad y valoremos la vida en 2021.
