A las cinco de la tarde de ayer, en la plaza del Azoguejo, el balance calórico era claramente negativo. Se estaban ingiriendo muchas más calorías de las que se consumían. Con los stands del acto central de la Semana Europea del Deporte recién abiertos, los deportistas perdían por goleada, como el Real Madrid en el Metropolitano, frente a los comensales de Cándido y el resto de restaurantes de la zona.
Mención especial para el monitor encargado de la primera exhibición del día. Una clase de body balance que solo un par de turistas intentó seguir. Afortunadamente, una hora después, con el derbi madrileño finiquitado, las mujeres del club Las Segovianas introducían en el mundo del bolo segoviano a turistas y curiosos; en el rocódromo, los jovencísimos escaladores hacían cola para llegar a lo más alto de la pared con la máxima seguridad; los más valientes intentaban placar a algún jugador de Los Lobos de rugby; y los más audaces se enfrentaban a algún miembro de la escuela de ajedrez. Y así en un interminable maratón hasta las doce de la noche,
La jornada de ayer a la sombra del acueducto tenía carácter institucional. Era el acto central de la Semana Europea del Deporte en España y la organización y las autoridades también tuvieron su momento.
La dos veces campeona olímpica y madrina de la Semana Europea del Deporte, Theresa Zabell, recordó a los presentes que “nunca es tarde para hacer deporte”. “Tengas la edad que tengas, el deporte te hará sentir mejor, te hará vivir mejor”, aseguraba la regatista.
Juan Martorell, del Consejo Superior de Deportes, organismo que eligió Segovia para acoger el acto de ayer recordó la sorpresa que le supuso que Segovia solicitará su organización. “Era la primera vez que una ciudad se postulaba para ello”.
El alcalde de Segovia, José Mazarías, tomó la palabra, en buena parte para explicar a Martorell porque para Segovia es tan importante el deporte, y lo hizo delante de dos olímpicos como son la gimnasta María Martín y el ciclista Carlos Melero. “Seguro que los más pequeños solo les conocen porque los pabellones en los que tantas veces entrenan llevan sus nombres”, explico el primer edil segoviano.
“Para mí es un orgullo que se esté celebrando este acto en Segovia, y esto no es por que sí. Es porque Segovia y su Ayuntamiento se sienten muy comprometidos con el deporte. Por ese gran trabajo se nos dio el titulo de Ciudad Europea del Deporte. Porque somos pequeñitos, pero somos como Nava, que siendo un pueblo pequeñito tiene un equipo en la máxima categoría del balonmano nacional. Nosotros queremos seguir esa estela”, concluyo Mazarías.
Ambiente familiar
Muy distinto era el ambiente escaleras arriba, en la plaza Día Sanz, donde durante buena parte del día se desarrollaron las actividades de ‘Deporte y familia’. Ese rincón fue ayer una enorme zona de juego en las que padres e hijos competían al futbolín, al tenis de mesa, se retaban a encestar o marcar goles o a lanzaban inofensivas hachas de plástico a una diana.
A las seis de la tarde, dos horas antes de cerrar, la organización de la fiesta ya había repartido más de 320 pulseras de acceso y bolsas conmemorativas a otros tantos niños y niñas.
Teniendo en cuenta que cada participante iba acompañado de sus correspondientes padres y/o abuelos, las visitas a la tercera edición de ‘Deporte y familia’ ya superaban las 900 del año pasado. Objetivo cumplido un año en el que la organización apostó por sacar a la calle un evento que anteriormente se realizaba a cubierto. Por la tarde, el cielo se cubrió, pero no llegó a deslucir tan familiar fiesta.
