La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, aseguró ayer que ha hecho una oferta “justa y seria” para dar garantías a los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido, pero no quiso desvelar la fecha de corte que propondrán para el cambio de estatus de los europeos tras el brexit.
En el otro lado de la balanza, los líderes europeos recibieron con escepticismo la primera propuesta británica para garantizar los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido tras el brexit. “Es un paso, pero este paso no es suficiente”, declaró ayer el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, a su llegada al segundo día de cumbre europea en Bruselas.