Si hace un mes alguien hubiera vaticinado que en la tercera jornada de Liga la Segoviana jugaría con la Ponferradina B con la necesidad de ganar para no quedarse a ¡ocho! puntos del líder, se le hubiera tomado por loco. Pero el fútbol es así de caprichoso, y en un mes la Segoviana ha pasado de ser un equipo “al que envidian todos los rivales del grupo octavo por los fichajes que hemos hecho” (Maroto dixit), a convertirse en un mar de dudas tras el empate en la primera jornada ante el Rácing Lermeño, al que curiosamente el Valladolid B le metió seis “chicharros” en la tarde de ayer, y la derrota frente al Aguilar que no sólo llevó a no sumar tres puntos, sino también a la pérdida para el partido de hoy de David Durán, sancionado, y Fran Dorado, lesionado.
Evidentemente la plaga de lesiones que ha sufrido el cuadro azulgrana en el tramo final de la pretemporada ha lastrado mucho su rendimiento en el inicio de la competición, pero no es menos cierto que un equipo que aspira a jugar el play off no puede basarse solamente en tres jugadores, sino en una plantilla que se presumía compensada, y que ahora parece que no lo está tanto, sobre todo en algunos puestos específicos como el interior zurdo y la punta del ataque.
La lista de bajas para el choque de esta tarde es amplia en el bando azulgrana. Maroto no podrá contar con Durán, Fran Dorado, Agustín, Ricardo y Mariano, estos tres últimos recuperándose de diversos problemas físicos. Sí entra en la lista Roberto Álvarez, que se presume titular en el doble pivote, donde la sorpresa podría estar en la inclusión de Rubén, que tras jugar de lateral zurdo y de interior pegadito a la banda, ahora parece que se ubicará en la zona del campo en la que parece que se desenvuelve mejor. Ojalá le vaya bien, porque si no es así lo mismo se le vuelve a “condenar” a jugar de lateral.
El equipo gimnástico bien podría perfilarse en defensa con Iván bajo los palos, en una buena ocasión para demostrar que Durán tiene competencia, y una línea de cuatro con Chus, Chema, Anel y Víctor Pérez que ayude a sacar el balón jugado. El ataque se presume con Ramsés en la derecha y Otero en la banda contraria, dejando a Maikel más cerca de la portería rival tratando de surtir de balones a Juli. Precisamente estos tres jugadores que se situarán por detrás del delantero están en el punto de mira de una afición que parece haberse vuelto exigente tras dos años de “casi ná”. Como el fútbol es caprichoso y estos tres futbolistas tienen calidad, es posible (e incluso deseable) que los pitos se tornen en aplausos con su actuación.
Delante de la Segoviana se colocará una Ponferradina B que camina por los mismos senderos tortuosos que los azulgrana en este inicio de competición. Una dolorosa derrota ante la Cebrereña y un empate frente a un Villaralbo que jugó con diez casi todo el partido es un bagaje muy escaso para un filial que en las dos ocasiones en las que ha jugado ante la Segoviana en La Albuera ha cosechado el mismo marcador de 4-0 en contra.
Ganar comenzaría a poner las cosas en su sitio en el seno del conjunto azulgrana. Perder, o incluso empatar, podría traer aún más nervios a la familia gimnástica. Es el sino de los equipos grandes, aunque estos jueguen en ligas pequeñas.
