El consejero de Educación de la Junta, Juan José Mateos, advirtió ayer a las titulaciones con pocos alumnos que se mantienen que la decisión no es «permanente» y tendrán que esforzarse por atraer a más estudiantes, tal y como señaló durante su comparecencia ante la Comisión de Educación para explicar el proyecto de Decreto del nuevo Mapa de Titulaciones de Castilla y León, que persigue actualizar la oferta de títulos, reforzar la especialización y satisfacer las necesidades de los estudiantes.
En su comparecencia, a petición propia en la Comisión de las Cortes, el consejero explicó que las «excepciones» que protegen a las titulaciones con menos de 35 alumnos «no son permanentes» y por ello, anunció que se les pedirá un esfuerzo para atraer alumnos. En este sentido, quiso llamar la atención sobre las «enormes posibilidades» que internet brinda a la enseñanza y «los peligros» que se derivan de ignorarlo. «Desde aquí quiero exhortar a las universidades a que den paso decididos por este camino», señaló.
El consejero defendió, en su exposición, el trabajo llevado a cabo para la elaboración de este nuevo mapa de titulaciones que tiene como objetivos principales, en primer lugar, ofrecer la gama más completa de titulaciones a los estudiantes a través del mantenimiento de las existentes y la incorporación de aquellas otras que el progreso del conocimiento va añadiendo, así como evitar su repetición. En este sentido, resaltó la importancia de que adaptar las titulaciones existentes a los cambios de la sociedad, de ahí, la necesidad de generar otras formas de actuación a través de las nuevas tecnologías por lo que su impulso, dijo, será objetivo preferente en los próximos cursos.
Además, el nuevo mapa, continuó, ha de explotar y reforzar «los puntos fuertes de cada universidad», al tiempo que aproveche las sinergias existentes entre las universidades, a la vez que tratará de buscar una oferta diferenciada de los campus orientada a su especialización. «Se trata de obtener un mapa de titulaciones lo más completo y actualizado posible en cuanto a su oferta de títulos, que refuerce la especialización de nuestras universidades y que sea capaz, además de satisfacer las necesidades de los estudiantes, de atraer un número cada vez mayor de alumnos procedentes de otros ámbitos», resumió.
Otra de las novedades es que todos los planes de estudios deberán someterse a un proceso de evaluación, pasados seis años desde su verificación, que asegure que están desarrollándose adecuadamente y, una vez que se acredite su análisis, podrán seguir impartiéndose y de no superarlo se suprimirán.
El proyecto de Decreto podrá publicarse en el Boletín Oficial de Castilla y León, según el consejero, a finales del mes de marzo o principios de abril. Además, se creará una Comisión Académica para que si hay nuevas propuestas de nuevas titulaciones se puedan estudiar siempre que cumplan con los criterios. Además, indicó que antes del 1 de diciembre de 2013 las universidades tendrán que tener modificadas sus titulaciones para que se impartan en el curso 2013-2014.
