Al menos 62 personas murieron y casi 200 resultaron heridas ayer como consecuencia de varios atentados con bomba aparentemente dirigidos contra los asistentes a la festividad religiosa chií de la Ashura en distintos puntos de Afganistán.
Por una parte, al menos 58 fieles fallecieron, incluidos mujeres y niños, y 160 sufrieron heridas de diversa consideración en un ataque suicida contra un santuario de esta rama del Islam en pleno centro de Kabul, en el que cientos de personas celebraban su día sagrado. Se trata del atentado más sangriento perpetrado en la capital desde el año 2008. Además, la cifra podría aumentar, ya que algunas de las víctimas de la explosión se encuentran en estado crítico, según explicó el portavoz del Ministerio de Sanidad, Saji Kargar.
Otro de los atentados tuvo lugar cerca de la principal mezquita de la ciudad de Mazar-i-Sharif, en el norte del país, donde al menos cuatro personas murieron y 17 resultaron heridas a causa de la explosión de una bicicleta bomba.
La deflagración produjo un incendio en la mezquita, en la que numerosos chiíes y suníes estaban rezando juntos. Las calles de la ciudad estaban abarrotadas por personas que celebraban la Ashura, pero no se sabe con total seguridad si el objetivo del atentado eran estos fieles islámicos.
De momento, ningún grupo armado ha reivindicado los atentados de Kabul y Mazar-i-Sharif. Incluso, el portavoz de los talibán, Zabihulá Mujahid, condenó «enérgicamente», en nombre del «Emirato Islámico», estos «crueles, indiscriminados y antiislámicos» ataques cometidos, según aseguró, por «el enemigo».
Por último, cinco fieles resultaron heridas a causa de la explosión de una motocicleta bomba en Kandahar cuyo objetivo eran, aparentemente, los partidarios chiíes que participaban en las celebraciones. Por suerte, el artefacto estalló antes de tiempo.
El festival de la Ashura conmemora el martirio del nieto del profeta Mahoma, Husein, en la batalla de Kerbala en el año 680. Los ataques contra la comunidad chií son habituales en otros países musulmanes durante la celebración de la fiesta, pero en Afganistán los miembros de esta rama del Islam se habían librado de los atentados.
