Más de 400 vecinos de Palazuelos de Eresma se manifestaron ayer en las calles de la localidad contra el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que pretende aprobar el Ayuntamiento. La localidad está en pie de guerra desde hace unos días y una amplia mayoría de la población no está dispuesta a que la nueva ordenación urbanística salga adelante sin que antes se haya consensuado con los vecinos.
Consenso y participación fueron las principales demandas que ayer reivindicaron los vecinos, que tras una pancarta en la que se leía “Con este Plan, desastre general”, se manifestaron desde el centro escolar hasta el Ayuntamiento, exigiendo a la corporación que suspenda la actual propuesta del Plan e inicie un nuevo proceso con participación ciudadana desde el principio. Hay que recordar que la aprobación inicial del Plan salió adelante con los votos de IU, AINP, y un concejal del PP, mientras que otros dos ediles populares votaron en contra, al igual que el grupo del PSOE.
La propuesta se encuentra en la actualidad en período de exposición pública, para la presentación de alegaciones, fase que concluye el próximo 20 de octubre.
Los vecinos se quejan de que la nueva normativa obliga a muchos a realizar retranqueos para ampliar calles, o para construir nuevos viales, de hasta 18 metros de ancho, según afirmaban ayer varios manifestantes. Otros aseguraban que más de 60 casas pueden desaparecer por completo entre Palazuelos y Tabanera. Su situación es incompatible con nuevos viales que, según el equipo redactor del Plan, se precisan para dar servicios de calidad a todo el pueblo. Pero los vecinos quieren mantener esa identidad de pueblo. Así se puso de manifiesto en los sendos escritos reivindicativos que se leyeron tras la manifestación ante el Ayuntamiento y en la plaza del Chorrillo. “Sí queremos una ordenación del municipio, pero lógica, consensuada, ordenada y bien hecha”.
Algunas personas mayores se quejaban de la posible desaparición de sus casas de toda la vida. Una mujer más joven comentaba que le iban a quitar la barbacoa, mientras que un niño lamentaba que “a mi abuela le quieren quitar el huerto”.
Las protestas van a continuar si la corporación no da marcha atrás al actual PGOU. Y el pueblo está unido. Así rezaba en otra de las pancartas: “Asenjo conseguido, Palazuelos y Tabanera unidos”.
Demandas.- Los vecinos que rechazan el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) afirman que las asambleas vecinales han surgido de una manera colectiva y espontánea, “cuyo trasfondo ha sido el intentar corregir una agresión urbanística hacia unos pueblos que quieren seguir siéndolo”. “Muchos nos califican de caciques o de terratenientes, pero lo único cierto es que no queremos vivir en un nuevo Seseña. Queremos vivir en nuestras casas de pueblo y poder pasear por el pueblo y saludarnos. Ahora lamentablemente lo tenemos que hacer sobre esta injusticia urbanística. ¡Hay tanto por lo que luchar!”, apuntan.
Los manifestantes denuncian que el Ayuntamiento “ha tratado de desinformar, que es peor que mentir, y la mayoría de la gente ya no os cree, ni siquiera os creéis a vosotros mismos. Hacéis reuniones dirigidas cuyo único objetivo es el de crear confusión ante situaciones que llegan a ser indignantes, contra el interés general y buscando un urbanismo especulativo”.
También aluden a “deudas pendientes” de la actual corporación, como el polideportivo “sin terminar”. “Todo esto lo queréis resolver con subida de impuestos y disminución de servicios”.
En su opinión, “este Plan General no garantiza la sostenibilidad ambiental, ni la movilidad sostenible, ni la eficiencia energética, proponiendo un modelo de crecimiento disperso apoyado en el consumo de recursos como el suelo, un recurso natural, escaso y no renovable y la imposibilidad de garantía de suministro de agua y la dificultad de obtener la misma para las necesidades futuras que se plantean. Queremos un modelo sostenible, con una utilización racional de los recursos”.