La universidad enseña a los jóvenes todo aquello que necesitan para desempeñar su futura carrera, pero para desenvolverse en el mundo laboral no basta con la teoría, porque es la realidad del día a día la que va aportando experiencia y saber hacer.
Por ello, la mayoría de los estudiantes hace prácticas en verano, esa época en la que, al no tener clases, disponen de más tiempo para involucrarse de lleno en las empresas y añadir experiencia a su formación académica. Sin embargo, en los grados de Educación las prácticas tienen que realizarse en el periodo lectivo, que es cuando los pequeños están en las aulas.
Es el caso de los 168 estudiantes que, durante el último curso 2015-2016, han estado aprendiendo el quehacer diario de los colegios de la provincia. En concreto, han estado en 36 centros bajo el amparo de 165 tutores, quienes les han ido dirigiendo en su aprendizaje como los maestros del futuro que son.
Los universitarios se han dividido en dos tandas, de modo que 88 de ellos realizaron las prácticas durante el primer cuatrimestre del curso, con 85 tutores; mientras que los 80 restantes las hicieron en el segundo cuatrimestre, cada uno con un maestro titular responsable de su labor.
Por grado, 77 de los alumnos en prácticas estudian Educación Infantil; mientras que los 91 restantes cursan Educación Primaria.
En toda la Comunidad han sido más de 2.700 los jóvenes que han realizado los prácticum en el último curso para graduarse como maestros, procedentes de todas las facultades y escuelas universitarias de Educación de Castilla y León, y han estado tutorizados por 2.641 docentes. La Consejería de Educación valora positivamente este programa —puesto en marcha, con carácter experimental, en el curso 2011-2012—, ya que “se ha convertido en un proceso de mejora continua”.
