Los maltratadores que terminen su condena tendrán libertad vigilada, mientras que la manipulación de dispositivos de control utilizados para vigilar el cumplimiento de penas por violencia de género será delito. Estas son algunas de las principales propuestas recogidas en la Estrategia de Erradicación de Violencia de Género avanzadas ayer por el Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno.
Así, en el apartado de «mejora en la respuesta institucional», se incluye la propuesta de extender la libertad vigilada a los delitos de violencia de género. Moreno explicó que esta medida está a falta de acuerdo con los ministerios de Interior y Justicia e Instituciones Penitenciarias y que la propuesta podría emplear controles telemáticos que «funcionan con corrección y precisión».
En esta misma línea, señaló la necesidad de establecer protocolos con Instituciones Penitenciarias para informar a las víctimas y a los agentes implicados en su seguridad de dónde se encuentra el maltratador o cuánto dura su permiso.
En cuanto a la tipificación de delitos, el Gobierno incluye en esta propuesta al «acoso, hostigamiento y acecho a una persona que altere gravemente» el desarrollo de su vida cotidiana. Además, estudia contemplar como delito la manipulación de dispositivos de control o la revelación o cesión a terceros de imágenes o grabaciones audiovisuales de una persona sin su autorización y «con grave daño» a su intimidad.
En total, el documento cuenta con 258 medidas y una memoria económica con una dotación de 1.539 millones de euros para un período de cuatro años (2013-2106). Según explicó Moreno, la estrategia será aprobada el próximo mes y espera que las modificaciones necesarias entren en vigor en torno a septiembre, si bien podrían alargarse en algunos casos.
En el apartado de menores, reitera la necesidad de definir a los hijos de mujeres que sufren agrasión también como víctimas, de modo que «serán destinatarios de la máxima atención y protección».
Apoyo ciudadano
Por su parte, el vicesecretario de Estudios del PP, Esteban González Pons, hizo ayer un llamamiento a la «complicidad» de la sociedad para acabar con la «lacra inaceptable» del maltrato y conseguir que no vuelva a haber una mujer asesinada, de hecho, esta semana murieron cuatro.
También subrayó que «nunca podemos bajar la guardia ante la violencia de género» y, aunque se han anunciado medidas para atajar el maltrato, «ninguna es suficiente si no existe la complicidad de toda la comunidad». «De todos depende que no vuelva a haber una mujer asesinada», ya que «sin la ayuda de todos es imposible luchar contra ello». Así, recordó que el 80 por ciento de las muertas a manos de sus parejas nunca denunciaron, por lo que instó a conseguir que «la confianza que tienen en la sociedad sea más grande que al miedo que tienen al hijo de puta que las maltrata».
La secretaria de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié, no tardó en criticar las declaraciones del popular por utilizar insultos sexistas para denunciar esta lacra. A este respecto, apuntó que no se puede denunciar ni combatir la violencia contra las féminas «insultando a otras mujeres». «Ese es precisamente el problema del PP; que no entiende que la violencia machista es producto de la desigualdad», concluyó.
