Más de medio centenar de personas participaron el domingo en la quinta y última etapa del Camino de San Frutos, una marcha organizada por la Diputación, de unos 15 kilómetros de recorrido entre Villar de Sobrepeña y la Ermita de San Frutos. Los caminantes disfrutaron de una jornada en la naturaleza por los parajes que atraviesa esta ruta, con final en el templo donde se retiró el patrón, que este viernes acogerá a miles de fieles en la festividad de San Frutos.
Los peregrinos fueron trasladados desde la capital segoviana hasta el inicio de esta quinta etapa en un autobús facilitado por el Área de Turismo de la Diputación. Así, partieron de Villar de Sobrepeña, a las puertas del Parque Natural de las Hoces del Duratón, después de visitar la Iglesia de la Virgen del Rosario. La marcha, guiada por la empresa Senderos del Duratón, empezó con una bajada hasta el Puente del Villar, y ya en pleno cañón del Duratón, los caminantes pasearon a la vera del arroyo Valdemuelas, pasando por la Cueva de los Altares y avistando buitres leonados.
Los senderistas dejaron atrás las ruinas de la aldea de San Miguel de Neguera y tras unos kilómetros por la carretera que lleva a la ermita, caminaron por la orilla del río Duratón. El Parque Natural de las Hoces del Duratón es un refugio para las aves rapaces, siendo el hogar, entre otros, de buitres, alimoches y halcones peregrinos. Después de unas tres horas de marcha, y tras visitar la iglesia románica de Villaseca, los participantes llegaron a la ermita, donde muchos de ellos cumplieron con la tradición de pasar por la piedra del Santo; que obliga a llegar por un paso muy estrecho, iluminado por una vela, hasta la piedra y rodearla tres veces con el fin de ‘vacunarse’ ante enfermedades futuras.
Entre los asistentes se encontró el diputado del Área de Turismo, Javier Figueredo, que entregó las populares ‘pajareras’ a los peregrinos que completaron las cinco etapas del Camino de San Frutos. Estuvo acompañado por el alcalde de Carrascal del Río, Gabriel Gómez, que anunció que ya está previsto el arreglo del camino desde Villaseca hasta la ermita.

El Camino de San Frutos
El Camino de San Frutos comprende ochenta kilómetros que transcurren desde la Catedral de Segovia, donde descansan sus reliquias, y finaliza en la localidad de Villaseca, desde la que se accede a la ermita del priorato de San Frutos, ya en Carrascal del Río, un paraje único por su belleza.
Atraviesa las localidades de La Lastrilla, Espirdo, Tizneros, Basardilla, Santo Domingo de Pirón, Tenzuela, Carrascal de la Cuesta, Caballar, Muñoveros, Puebla de Pedraza, Cantalejo, Sebúlcor, Sepúlveda y Carrascal del Río.
Este camino se basa en la tradición popular que indica que el patrón de Segovia, junto con sus hermanos Santa Engracia y San Valentín, vivieron en el siglo VII en la ciudad de Segovia y, a la muerte de sus padres se trasladaron a las Hoces del Río Duratón para llevar una vida ascética, dedicada a la oración y a la ayuda a los demás.
