La Junta destinará 2,8 millones de euros para el mantenimiento de bares y centros de ocio en localidades de menos de 300 habitantes, unos lugares “indispensables” para la vida social e incluso asistencial de los pueblos, según explicó este miércoles el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago.
El importe total de las subvenciones suma 600.000 euros más que el año pasado, repartidos en ayudas individuales de 3.000 euros. Estos recursos irán destinados a sufragar los gastos corrientes de 933 establecimientos. De ellos, 263 se encuentran en localidades con menos de 100 habitantes; 289 se ubican en núcleos de entre 100 y 200 habitantes, y 83 están en localidades de 200 a 300 habitantes.
Los 298 establecimientos restantes se encuentran en municipios con más de 300 habitantes en los que el núcleo de población (capitalidad del municipio o pedanía) en el que se encuentra el establecimiento no supera los 300 habitantes.
Gago visitó el bar de la localidad soriana de Cubo de la Solana, un establecimiento de “gran importancia”, ya que es el centro de reuniones para socializar y evitar la soledad no deseada. “Cumple una función social, asistencial y de empleo porque se generan puestos de trabajo en los pueblos”.
Los 933 centros de ocio y convivencia beneficiarios, que se encuentran en 732 municipios, suponen un incremento de más de un 27 por ciento respecto a los 734 establecimientos que fueron beneficiados el año pasado, un incremento motivado tanto por la ampliación del límite de habitantes –de 200 a 300–, como por la satisfacción con la que los pequeños municipios han acogido esta medida, que ha llevado a muchos de ellos a solicitar por primera vez la ayuda en 2025.
En todas las provincias ha aumentado el número de bares que recibirán esta ayuda, con incrementos considerables en provincias como Zamora (un 52 por ciento más), León (un 40 por ciento más), Salamanca y Segovia (un 38 por ciento más en cada una).
El total de habitantes censados en las localidades donde están ubicados estos establecimientos es de más de 96.000 personas, un 37 por ciento más que el año pasado. A esta cifra hay que añadir el número de personas que, teniendo vivienda en estas localidades, no residen allí habitualmente y, por lo tanto, no aparecen en el censo, así como los visitantes que puedan acoger estos pueblos en época vacacional o festiva. En total, se estima que los establecimientos que han recibido esta ayuda darán servicio a alrededor de 200.000 personas al año, con las consecuencias positivas que esto tiene no sólo para la vida diaria en los pueblos, sino también para su proyección turística y festiva.
Todos los municipios que han presentado la solicitud para recibir esta ayuda, siempre que hayan cumplido las condiciones y aportado la documentación exigida en tiempo y forma, han resultado beneficiarios.
Esta acción pretende apoyar la calidad de vida en estos pequeños núcleos rurales, donde los vecinos requieren espacios para relacionarse. Tradicionalmente, esta función ha recaído en los bares, cafeterías y establecimientos similares, que no sólo evitan la soledad, sino que también permiten detectar situaciones de vulnerabilidad o problemas relacionados con la salud. Además, estos lugares contribuyen a la creación de empleo y a la dinamización de la economía local.
Los 3.000 euros de ayuda están destinados a cubrir los gastos relacionados con el funcionamiento de estos establecimientos que se hayan producido durante el año previo a la convocatoria, tales como suministros generales –agua, electricidad, gas y otros combustibles para calefacción y agua caliente–, así como servicios de internet, televisión o plataformas audiovisuales.
