Martine Aubry, la primera secretaria del Partido Socialista francés (PS), anunció ayer que será candidata a las elecciones primarias que su formación celebrará el próximo otoño para designar al candidato a las Presidenciales de 2012 y tratar de sacar del Elíseo a Sarkozy.
«No se puede seguir pidiendo tanto a los que tiene poco y dando tanto a los que tiene mucho», indicó la primer edil de Lille en una comparecencia pública en la ciudad en la que es alcaldesa y en la que trazó las líneas del «nuevo modelo social, económico y ecológico» que quiere llevar al Gobierno.
Lo hizo en una breve alocución de 15 minutos y sin preguntas, en la que la máxima responsable del partido abogó por una Francia «innovadora, competitiva y ecologista», a través de un discurso con alusiones a los trabajadores, ejecutivos, artistas y organizaciones sindicales, entre otros.
Con abundantes referencias a la situación económica, Aubry describió su país como un Estado que sufre desórdenes «económicos, presupuestarios y sociales», y habló de crear un Estado en el que no se sometan «las necesidades vitales a las reglas del mercado».
Por ello, precisó que «las asociaciones y las organizaciones sindicales» deben estar «en el corazón» del cambio que propone a los galos para que le otorguen su confianza y, si ganase las primarias, en las Presidenciales que se celebrarán entre finales de mayo y principios de junio del año próximo.
«Quiero devolver a Francia su fuerza, su serenidad y unidad. Quiero darle a cada uno el gusto del futuro, las ganas de un destino común», indicó antes de oficializar, sin sorpresas, su candidatura.
El anuncio se produjo el día en el que se abrió el plazo para presentar las credenciales a las primarias abiertas a los simpatizantes de izquierdas, a las que ya avanzaron que concurrirán su predecesor como líder del partido, François Hollande, diputado de 56 años, y la ex candidata presidencial en 2007 Ségolène Royal.
En su discurso, en el que no subió con nadie al estrado, Aubry, de 60 años, manifestó que para ella «el laicismo» es un «valor incuestionable que debe protegerse» y se refirió también a una Francia «justa» en materia de fiscalidad.
La que fuera ministra de Trabajo durante el Gobierno del primer ministro Lionel Jospin y que aplicó la semana laboral de 35 horas, también tocó asuntos como la inseguridad, la sanidad y el derecho a una «vivienda digna», la defensa de los servicios públicos y la igualdad entre hombres y mujeres, especialmente «en materia de salarios».
Por último, la hija de Jacques Delors, primer presidente de la Comisión Europea y hombre que impulsó la creación del euro y presidió la creación del mercado único, abogó por una Europa «fuerte» y «solidaria», pero basada en «nuevas reglas», así como por una diplomacia y defensa «reforzada» para «acompañar a aquellos que combaten por la libertad».
Según una encuesta publicada ayer por el diario Le Parisien, uno de cada cinco simpatizantes de izquierdas votaría en las primarias del partido.
El mismo sondeo da como ganador a Hollande, con el 43 por ciento de la intención de voto, seguido de Aubry (34) y de la ex candidata presidencial Royal (9).
