El portavoz del Partido Popular (PP) en el Senado y senador designado por las Cortes de Castilla y León, Javier Maroto, ha puesto de relieve la situación que se generará cuando decaiga el estado de alarma el próximo 10 de mayo, una fecha en la que nada impedirá que en un domicilio se celebre una «fiesta de 30 personas» y cuyos invitados procedan de diversos puntos de España.
Lo ha hecho en rueda de prensa en la Cámara Alta para defender el «plan B jurídico» que su partido reclama al Gobierno para seguir haciendo frente a la pandemia después del vencimiento del estado de alarma, una medida que considera «estéril» porque el Gobierno solo la utiliza para «tapar sus vergüenzas» en la gestión de la pandemia.
Ha dejado claro el portavoz que el PP está en contra de la prórroga del estado de alarma y ha asegurado que en el caso hipotético de que el Congreso tuviera que votar sobre su ampliación, los populares la rechazarían. Defienden una alternativa jurídica con la que evitar la «barra libre» que vaticina para después del 9 de mayo, cuando ya no haya cobertura legal al toque de queda ni tampoco al cierre perimetral de las comunidades; los confinamientos quedarían limitados a poblaciones muy concretas y con supervisión judicial. Un panorama, ha insistido, que haría factible celebrar «fiestas de 30 personas viniendo cada una de ellas de un lugar distinto de España» porque ello sería «legal», ha apuntado.
Maroto ha subrayado que los españoles no pueden «aguantar más» un estado de alarma que se está utilizando para «recortar libertades»; pero considera que el Gobierno tiene una «última oportunidad» para impulsar la alternativa jurídica que le ofrece el PP desde hace un año para aclarar el «batiburrillo legal» que cuando decaiga la alarma quedará como única opción jurídica si no se le pone remedio.
Por otro lado, el portavoz del grupo popular en el Senado ha defendido la compatibilidad entre las diferentes maneras de gestionar la pandemia en las comunidades gobernadas por el PP, atendiendo a sus propias condiciones sanitarias, hospitalarias y de población, con «el gran éxito» que las encuestas auguran a Isabel Díaz Ayuso y «al PP de Pablo Casado en Madrid».
En este sentido, ha señalado que la dirección nacional del partido puede lanzar «mensajes similares para toda España» a partir del ejemplo de Díaz Ayuso y de lo que puede ocurrir en las elecciones de Madrid, donde «si votamos unidos, Sánchez se marcha, y si votamos divididos, Sánchez se queda», ha aseverado.
