El ciclista británico Mark Cavendish demostró ser uno de los mejores sprinters del mundo y se convirtió en el nuevo poseedor del maillot arco iris, al conquistar con autoridad la prueba en línea celebrada en Copenhague, donde el español Óscar Freire no pudo pelear ni siquiera por el podio. El de la Isla de Man ganó con su habitual buen hacer en las rectas finales de todas las pruebas y no tuvo que contar con un lanzador como en el resto de la campaña. De todos modos, su selección trabajó a la perfección para dejarle situado de cara a finiquitar el triunfo.
Además, el velocista del HTC-Highroad acabó con la sequía del ciclismo británico en los Campeonatos del Mundo. En 1965, el tristemente fallecido Tom Simpson logró el oro en Lasarte, y desde entonces, Reino Unido nunca más había vuelto a oír sonar su himno, aunque es verdad que hasta no hace demasiado tampoco había tenido corredores que pudiesen optar con garantías a este éxito.
El recorrido estaba diseñado para una llegada masiva, y pese a que Cavendish había indicado que no le favorecía, no falló, agradeciendo que el australiano Matthew Harley Goss, compañero de equipo, le dejase el hueco por la derecha desde donde puso la directa hacia la línea de meta.
El océanico, vencedor de la clásica Milán-San Remo 2011, intentó en vano seguir su estela, mientras que por el centro, el único que no era velocista, el suizo Fabian Cancellara, perdió la medalla de bronce en la ‘foto finish’ con el alemán André Greipel, otro ex compañero del ganador.
Por su parte, Óscar Freire no pudo culminar su sueño de entrar en la historia con su cuarto triunfo mundialista. El de Torrelavega estuvo en todo momento en el grupo cerrado, pero en la recta final se quedó bloqueado y no dispuso de la fortuna del ganador de encontrar un resquicio para pelear por las medallas.
La prueba discurrió por el guión esperado, aunque no hubo excesivo movimiento, y el control que ejercieron los británicos, ayudados por los alemanes, fue total. De inicio España acertó a meter al veterano Pablo Lastras. Lo más destacado del primer tramo de prueba fue la caída que dejó cortado a uno de los favoritos, el noruego Thor Hushovd, actual campeón del mundo. También el luxemburgués Frank Schlek abandonó. Así, nadie se atrevió a probar la verdadera fortaleza de la selección británica.
