La afición por el mar, el surf y la artesanía confluyen en un taller en Los Ángeles de San Rafael. A casi 400 kilómetros de la costa más cercana diseña sus tablas de surf Marieta San Román, pionera de un oficio, el de ‘shaper’, del que es la única de España y de las pocas en el mundo.
“Hace unos años me enganché al surf, me gustó su filosofía y el deporte, y sobre todo el contacto con el mar. Todo el mundo se sorprende porque soy de Segovia, pero me encanta el mar, y en todos los ‘hobbies’ vas dando un pasito más, una tabla mejor y dijimos, ¿por qué no hacemos una tabla?”, dice a Efe esta creadora de tablas o ‘shaper’, que firma sus creaciones como ‘La Mala Surfboards’.
Con 15 tablas ya a sus espaldas y dedicada por completo a esta aventura el último año, después de quedarse en el paro, San Román transmite con un torrente de palabras cómo la afición por el mar la llevó a probar el surf, y cómo su inclinación por el trabajo artesanal y el apoyo de su pareja hizo el resto. “Siempre había visto el surf como un deporte muy de élite, pero vas cumpliendo años y te das cuenta de que las cosas hay que probarlas, así que en unas vacaciones le dije a mi pareja que me iba a apuntar a clases. Se apuntó conmigo, las dimos y al día siguiente no nos podíamos mover, pero estábamos deseando volver”, recuerda.
Aquellas primeras clases, las segundas y las que siguieron fueron en la costa cántabra, en Suances, donde suele pasar parte de la semana para practicar surf, siempre y cuando las restricciones sanitarias lo permiten.
Conforme fueron avanzando en el deporte les llegó el momento de ir contando con una tabla mejor, más personalizada, y acabaron encontrándose con el oficio de ‘shaper’, como se denomina al artesano que elabora las tablas de surf.
En ese momento surgió la inquietud. Marieta, criada en una familia en la que siempre se valoró el trabajo artesanal -su hermano es ebanista y su hermana pintora- y contando con que su pareja trabaja también en la ebanistería y cuenta con un taller propio, no tenía que realizar inversión, más que en tiempo y aprendizaje. “Me enseñó a usar algunas herramientas, porque yo siempre he sido muy manitas, pero hay máquinas con las que necesitas ayuda, y luego buscamos información en internet”, explica.
«Hay que estudiar mucho, y luego hacer mucho ensayo y error»
Construir una tabla de surf va mucho más allá de una mera forma y un diseño estético para personalizarla. “El surf es física, aerodinámica, influye la fuerza de la ola pero las tablas tienen que tener unas dimensiones… Hay que estudiar mucho, y luego hacer mucho ensayo y error”, detalla San Román.
El debut fue con su profesor de surf. “La primera vez que me metí en el agua con la tabla me preguntaba, ‘¿flotará, no flotará?’ La probó mi profe y le gustó mucho, era un ‘longboard’ (tabla larga) y me dijo que iba muy bien”, recuerda.
Aquello iba a quedarse en una anécdota, hasta que Marieta -que hasta entonces había trabajado en puestos administrativos- se topó con el desempleo y comenzó a elaborar más tablas: una para su pareja, otra para un amigo… “A raíz de ahí fue creciendo, y en julio del año pasado me decidí a dar a conocer la marca y ganarme la vida con esto”, explica.
