La cineasta alemana Margarethe von Trotta libera su historia personal en la película ‘El mundo abandonado’, una cinta que desvela secretos familiares y que sirve de espejo para el pasado y las memorias que la directora ha guardado durante mucho tiempo. “Los secretos te pueden hacer daño”, manifestó Von Trotta durante una entrevista, en la que contó que en esta película nació antes de realizar ‘Hannah’, filme para el que tuvo que esperar para poder conseguir los fondos necesarios.
‘El mundo abandonado’ cuenta la historia de Sophie, cantante de jazz y blues. Su padre encontró en una página web estadounidense una imagen de una mujer que se parece a su esposa, la madre de Sophie, recién fallecida. Paul está empeñado en que Sophie vaya a verla y, a pesar de sus recelos, Sophie acepta para complacer a su padre. Allí descubrirá algo muy importante para su padre y para sí misma, en este sentido.
Esta historia nace de su propia experiencia personal, un asunto que descubrió hace muchos años, y esta película se ha convertido en la forma de liberarse de la memoria y “por fin” sacar los recuerdos que estaban dentro de ella. Según relató, en 1979 su hermana mayor se puso en contacto con ella y ahora ha decidido trasladar esa experiencia a la gran pantalla.
La cineasta señaló que en todas las familias hay secretos y que esta historia va más allá de lo personal, por lo que “muchas personas se podrían sentir identificadas con la idea central”. Además, indicó que de alguna forma esta película tiene un aspecto terapéutico porque hay algo que hace que los secretos escondidos te hagan daño. “La única manera de liberarse es que el secreto explote”, dijo.
Respecto a su historia concreta, señaló que se sorprendió al verla y que incluso se parecía a su madre más que ella. “Es un alivio, me siento liberada. Como cineasta o como escritor, uno tiene la posibilidad de soltar lo que lleva dentro y liberarse, otros tienen que ir al psicoanalista”, bromeó. A lo largo de su extensa trayectoria, Von Trotta dirigió alrededor de 15 películas, entre ellas ‘Rosa Luxemburgo’ (1986), ‘La calle de las rosas’ (2003) o ‘Hannah Arendt’ (2012), muchas de las cuales abordan asuntos políticos, aunque, según precisó la cineasta, incluso estas cintas muestran aspectos personales.
“Eso no significa que sean aspectos de mi vida concreta, pero sí busco en los personajes la manera de volcar mis emociones y mis creencias, siempre se convierten en un autorretrato, aunque sean personajes históricos”.
Preguntada por la figura de la mujer en su filmografía, Von Trotta aseguró que aún tiene mucho que decir: “Puedo seguir hablando de las mujeres hasta que me muera, son más interesantes que los hombres”. Además, indicó “no hay demasiadas directoras en el mundo” y cuando uno se encuentra en esa posición tiene “el deber de hablar de las mujeres”, señaló la cineasta durante la entrevista.
