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Mapas que no lo son (Collages)

por Redacción
6 de mayo de 2013
Emilio Gil. Sin título (2013). Collage.

Emilio Gil. Sin título (2013). Collage.

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En las salas de la primera plata del Palacio Quintanar de Segovia podemos ver una de las exposiciones más interesantes y emotivas de este curso en Segovia, una generosa muestra de más de cincuenta collages de Emilio Gil. Su obra más desconocida, más personal, más delicada. Si Palacio Quintanar se presenta como un «espacio de innovación y desarrollo para el diseño y la cultura en Segovia», hay que convenir que con exposiciones como la de Emilio Gil alcanza categoría de centro de referencia en Castilla y León, incluso en España. De esta forma Palacio Quintanar va acumulando una pequeña gran historia de exposiciones y eventos memorables como la «I Feria de Diseño Alternativo» (2011), «A la sombra del árbol» (2011), «Mercado internacional 3D Wire» (2011 y 2012), la excelente exposición «En formato» (2011), además de otras exposiciones, talleres, presentaciones, cursos, seminarios, laboratorios de creatividad y fotografía, en colaboración con la Asociación de Fotografía de Segovia, entre otros colectivos.

La obra de Emilio Gil está vinculada al proyecto Tau Diseño, fundado en 1980. 30 años ideando y creando diseño para la comunicación integral desde el diseño gráfico y editorial, al diseño de entornos y eventos; desde el diseño corpóreo al diseño digital en las nuevas tecnologías.

Emilio Gil tiene un lugar relevante en la historia reciente del diseño en este país, junto a otros nombres ilustres como Cruz Novillo, Daniel Gil, Ricard Giralt Miracle, Diego Lara, Julián Santamaría, Josep Pla-Narbona, Manolo Prieto, entre otros muchos, dando una urgida y necesaria modernidad al imaginario de la cultura española.

A buen seguro que todos recordamos algunas de las muchas creaciones de Emilio Gil dando imagen y credibilidad a instituciones o empresas como: Biblioteca Nacional, Candidatura Madrid 2016, Comunidad de Madrid, Congreso de los Diputados,

El País Aguilar, Editorial Santillana, Fundación ONCE, Fundación Telefónica, UNICEF, entre otros muchos.

Pero en Palacio Quintanar Emilio Gil nos muestra su mundo creativo más privado, más personal, cincuenta collages realizados entre 2009 y 2013. «Mapas que no lo son» es la acertada y precisa definición de cualquier collage, es un curso intensivo de collage, una memoria sincopada de esta experiencia artística. «Porque los collages son mapas que cada vez que los miras te llevan en direcciones diferentes y su territorio cambia, se extiende, vuelve sobre sí mismo y, a su través, se divisa un horizonte siempre en movimiento», sugiere Enrique Helguera de la Villa en el texto del breve pero sugerente programa de mano de la exposición.

Los collages de Emilio Gil conservan el rasgo e impronta original de los papiers-collés (papeles pegados) que les dieran Picasso, Braque, Gris en lo que se dio en llamar el Cubismo sintético en las primeras vanguardias del siglo XX. Se tomó la decisión de no representar el objeto sino incluirlo en la obra misma, fuera un espejo, la enea de una silla, el papel de un periódico o el envase de unas hojillas de afeitar. El collage pega, integra, suma, acumula elementos, objetos, planos, dimensiones, perspectivas, tamaños, formas, texturas, colores, generando una representación nueva de la realidad, del mundo a partir de la desrepresentación de los materiales primarios. Todo collage es plena materialidad inmaterial.

Las obras de Emilio Gil atraen y emocionan porque nos muestran el collage en estado puro, como libertad temática, ausencia de limitaciones, carácter abierto. Todo collage es un metalenguaje, poderosa simbolización, metáfora plena., desplazamiento sorprendente de significados. Plena participación que invita al espectador a completar su significado.

Casi de la mano de Herta Wescher en su La historia del collage, la exposición de Emilio Gil es una memoria viva, una síntesis excelente de todos los movimientos, lenguajes, experimentos anteriores del collage, del cubismo sintético al futurismos, dadaismo, constructivismo, surrealismo. Se recupera de cada elemento aquel significado que el espectador retenga o recuerde construyendo una nueva interpretación. De ahí que no haya título alguno en las obras expuestas, no hace falta. Arte limpio en el juego de memorias, de miradas, de vivencias, de emociones. Arte conceptual, sin manchas, sin expresiones salvajes, siguiendo A. Ràfols Casamada, A. Alcaín, J. Antonio Viladecans, J. Castillo, G. Rueda, G. Torner. E. Chillida, entre los artistas españoles.

La exposición, que Emilio Gil nos regala, ilustra cómo el collage ni es ni fue mera decoración, ni artesanía, ni tan siquiera técnica, sino plena cultura, simbólica participada, confirmando su fuerza generatriz en la creatividad moderna, en sí misma «una de las más fecundas ideas del arte contemporáneo» (A. Ràfols Casamada).

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