El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el del Gobierno, Pedro Sánchez, se vieron las caras en la jornada de posterior a la fallida moción de censura presentada por el PSOE. Fue este martes en la fábrica de Renault de Palencia, con motivo del plan industrial que presentó la multinacional automovilística, en una visita que contó con la comparecencia del Rey, Felipe VI. Sánchez saludó al presidente autonómico con un gesto distante primero, aunque más adelante mantuvieron un encuentro durante algunos minutos.
Ambos se situaron en la línea para esperar la llegada de Felipe VI, momento en el que el jefe del Ejecutivo castellano y leonés se dirigió a Sánchez. A la conversación se sumó poco después el embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa. La conversación informal tuvo lugar después del fracaso de la moción de censura presentada por el PSOE contra el Gobierno de Castilla y León presidido por Alfonso Fernández Mañueco (PP) con Francisco Igea (Cs) como vicepresidente, un movimiento del que según el presidente regional estuvo detrás Sánchez.
Felipe VI y el presidente del Gobierno visitaronn este martes la fábrica de Renault, donde se presenta el plan industrial 2021-2024 diseñado sobre las claves de la competitividad, la electrificación, la I+D+i y el empleo por parte del presidente y director general de Renault España, José Vicente de los Mozos, y el CEO del grupo Renault, Luca de Meo.
También estuvo presente la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, así como el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, y los alcaldes de Valladolid, Óscar Puente, y sus homólogos de Palencia y Villamuriel de Cerrato, Mario Simón y Roberto Martín, respectivamente, entre otras autoridades.
A su llegada a la planta, Felipe VI saludó a las autoridades para acto seguido hacer un recorrido junto con los directivos por la factoría y la cadena de montaje, tras lo que tendrá lugar el acto de presentación del plan. La visita a Renault de Felipe VI y Pedro Sánchez supone un nuevo apoyo al sector automovilístico tras la que hicieron en la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) y coincide con un momento en el que, tras el comienzo de la pandemia, la compañía busca cambiar su modelo de negocio para basarlo en la rentabilidad y no en el volumen de ventas.
