El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha vuelto a pedir este viernes al titular del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que «rectifique» y se vuelta al uso obligatorio de la mascarilla en exteriores, una decisión que debe adoptarse en base a informes técnicos.
En rueda de prensa para hacer balance de los dos primeros años de legislatura, Mañueco ha insistido en que fue «un gravísimo error« de Sánchez anunciar el fin de la mascarilla, sin «respaldo técnico», trasladando «el mensaje falso a la sociedad de que la pandemia se había terminado».
«Rectificar es de sabios y le pido que rectifique«, ha insistido Mañueco, quien ha descartado acudir a la vida judicial para tener el respaldo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad a la hora de aplicar el toque de queda en esa autonomía, una medida que ya echó para atrás ese alto tribunal autonómico cuando la Junta la adoptó en octubre cuando no había estado de alarma.
Además, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha vuelto a lamentar la bajada el ritmo de llegada de las vacunas, que han pasado se ser más de 600.000 en el mes de junio a 85.000 en los primeros quince días de julio.
Igea ha lamentado que haya habido un cambio en el reparto que ha pasado a ser por población en general en lugar de por grupos de edad, y Castilla y León tiene en esos grupos etáreos de más de 50 años más población que tiene que ser vacunada que la que le corresponde por población total.
El vicepresidente de la Junta ha criticado al delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Izquierdo, por insistir en que Castilla y León está ralentizando el proceso de vacunación y ha insistido en que si se ha disminuido el porcentaje de administración es porque hay que «asegurar las segundas dosis» debido al «descenso notable» de las vacunas recibidas.
«No se puede alentar la vacunación en los jóvenes, es un despropósito«, ha sostenido Igea, ya que todavía quedan grupos de mayores de 50 con solo una dosis administrada en la Comunidad, donde ya se está vacunando al grupo entre 30 y 40 años.
Igea no ha querido entrar en la vía de si se está beneficiando a unas autonomías sobre otras en el reparto de vacunas y ha insistido en los números del reparto en la Comunidad.
En cuanto a la gestión de la pandemia, Mañueco ha sostenido que si de algo se arrepiente es de no haber sido aún más exigente con el Gobierno a finales de febrero y principios de marzo del 2020 y haber adoptado medidas antes.
