El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, exhibió, cuando se cumple un año de su segunda investidura, su política moderada en un Gobierno “útil y eficaz”, mientras que el portavoz socialista, Luis Tudanca, le acusó de ser “el caballo de Troya de la entrada de la extrema derecha en las instituciones de este país”.
“Si la moderación es aplicar políticas útiles y eficaces o buscar el diálogo, soy moderado, si es aguantar los insultos a Castilla y León, no soy moderado. Voy a defender siempre los intereses de Castilla y León”, respondió Fernández Mañueco a la pregunta de Tudanca en el pleno de las Cortes sobre qué “significa moderación para el presidente de la Junta”.
Tudanca afeó al presidente de la Junta que “dedicara una peineta” en el último pleno de las Cortes cuando intervenía en la tribuna la socialista Rosa Rubio, para la que solicitó que se disculpara, pero también a los castellanos y leoneses “por dignidad”. “Pida perdón”, exigió.
El presidente de la Junta, que inició su respuesta con el pésame a la familia de Sánchez Dragó, último Premio de las Letras de Castilla y León, fallecido de un infarto, rechazó “lecciones de moderación de un alumno aventajado del sanchismo” y puso en valor el acuerdo para aplicar la jornada de 35 horas para los empleados públicos, las ayudas a la vivienda joven, reforzar los servicios públicos o el cheque bebé.
Fernández Mañueco replicó que no es moderación “insultar”, como consideró que hacen los ministros en sus visitas a Castilla y León, ni tampoco “la chapuza del sí es sí” o reducir las penas por los delitos de malversación y de sedición. También criticó que “se meta en la lucha partidaria” a los incendios forestales y acusó al socialista de estar a la espera de que se produzcan fuegos para “utilizar políticamente la tragedia”. “Eso es radicalismo, y del malo”. Tras insistir en las medidas adoptadas de menos impuestos, cargó contra “el radicalismo” del Gobierno de Sánchez por “su entrega a sus socios”.