La Biblioteca pública de Segovia se llenó de experiencias profesionales en pasado y presente de seis mujeres segovianas de diferentes sectores que transmitieron sus vivencias frente a la Covid-19. Bajo el título ‘Mantenerse a flote’, fueron las protagonistas de una mesa redonda llena de empatía, vocación y optimismo.
Desde la hostelería, la directora del grupo José María eventos, Rocío Ruiz, transmitió la necesidad que había de “hacer equipo” para evitar que más de 100 personas en plantilla se sintieran abandonadas ante un baile incesante de noticias, gran parte de ellas desafortunadas para su sector. Frente a sus compañeras de recursos humanos y comunicación establecieron nuevas estrategias de negocio para poder sacar adelante sus productos perecederos. ‘El Cochinillo viajero’ o ‘El Gastrobar de José María’ fueron iniciativas que hicieron sobrevivir a un equipo lleno de incertidumbre.
La empresaria y diseñadora de joyas, Estefanía Vega, aseguró que “las ayudas a empresarios y autónomos no son reales”. El tiempo en casa le sirvió para diseñar su segunda colección de joyas, a la vez que pensaba qué haría con sus trabajadoras. “Los impuestos y el pago a la seguridad social por unos trabajadores que no trabajan han sido un gasto sin reembolso a día de hoy”, lamentó.
Otra de las participantes fue la profesora de infantil del Colegio Maristas de Segovia, María Pérez, quien relató la ambigüedad que los niños sintieron “en las órdenes que les daban”, preguntas para las que, en ocasiones, no encontraba respuestas. Sin embargo, tiene la alegría de haber cerrado un curso sin ninguna clase confinada y sin contagios en las aulas. “El frío que hemos pasado y las clases en el pabellón apañándonoslas como podíamos han sido medidas que hemos tenido que acatar sin preguntarnos si necesitábamos más apoyo para poder realizar nuestras actividades”, afirmó.
