Después de casi una década sin tomar las riendas de un equipo de baloncesto, Juan Carlos Manrique regresó a los banquillos este año como entrenador del CD Base Caja Segovia. Una vez terminada una temporada que es bastante corta en la Primera División (con solo doce equipos en el grupo), el conjunto segoviano ha logrado mejorar su posición con respecto al año anterior, terminando octavo. Por ello, su técnico manifiesta que “el balance de la temporada ha sido bastante positivo, desde los puntos de vista deportivo, humano y de equipo”.
“En el inicio el objetivo fundamental a nivel de resultados era el de superar los del año pasado, y lo hemos conseguido, igualando el balance de victorias con el de derrotas (11 y 11) y logrando más puntos a favor que en contra”.
En cuanto a la valoración como grupo, el entrenador confiesa que no puede “reprochar nada. He estado trabajando con quince jugadores que no han faltado casi ninguno a los entrenamientos. El único que ha tenido algún problema –por motivos laborales– ha sido Sergio Mingorría, pero siempre ha hecho lo posible para poder desplazarse. Por ello, el esfuerzo y el sacrificio de mis jugadores ha sido increíble”.
Finalmente, a la hora de valorar al conjunto y al club “también estoy muy satisfecho, porque se ha visto un equipo referencia en Segovia, que ha logrado atraer a mucha gente al pabellón. Y eso se ha conseguido a base de resultados y de un trabajo bien hecho”.
La metamorfosis del CD Base en esta temporada ha sido muy positiva porque, como apunta su entrenador “dejamos de lado una mentalidad de perdedores, en la que afrontábamos los partidos con la idea de perder de poco, para pasar a afrontarlos de una manera totalmente distinta a medida que iban pasando los entrenamientos, y al ver que funcionaba en la cancha lo que trabajábamos en los ejercicios”.
Este trabajo de mentalización ha conseguido “que mejorase nuestra imagen con un juego dinámico e intenso, con las ideas claras”. Por eso, como destaca Manrique, “cuando la tendencia es ganadora, siempre te quedas con ganas de más, y quizás sea poco los veintidós partidos de los que consta la temporada”.
Cuando el éxito llega por el esfuerzo de un grupo es muy complicado destacar a unos jugadores por encima del resto. Por ello destaca Manrique que “toda la plantilla es muy importante, porque para que unos salgan a la cancha a resolver y tengan el nivel para ello, necesitan a otros jugadores con los que entrenar y ‘partirse la cara’ en cada entrenamiento”.
En cuanto a la continuidad del equipo de cara a la próxima campaña, Juan Carlos Manrique matiza que “una vez se realice el cambio de directiva del CD Base veremos cuáles son los objetivos, con quién quieren contar y –a nivel personal– conocer si están satisfechos con mi trabajo y si su deseo es que continúe. Todavía es pronto, aunque personalmente estoy muy a gusto en el Club y, si no estoy de entrenador, por lo menos me gustaría asesorar de alguna manera”.
Por otro lado, el técnico ve a los jugadores de este año “muy animados para seguir la temporada que viene. En principio van a estar ahí, y también tendremos que contar con las nuevas incorporaciones que vengan a estudiar o a trabajar a Segovia y que quieran formar parte del Club para dar un salto de calidad que nos haga optar a metas más altas, como el poder jugar la fase de ascenso a EBA”.
En este aspecto Juan Carlos Manrique no duda en decir que estas aspiraciones tienen que partir “de los mismos jugadores, que son los que se deben proponer a principio de temporada lo lejos que quieren llegar al acabar la campaña. Creo que es muy importante trabajar con el convencimiento de que se puede llegar a la Liga EBA”.
Por ello, y para concluir, Juan Carlos Manrique es optimista con respecto al futuro del baloncesto en Segovia porque, tomando el CD Base como referencia “la mayoría de los jugadores del equipo son muy jóvenes, por lo que todavía no han llegado a su límite, pero lo importante es obrar con cautela y que el planteamiento se estructure año a año contando con lo que se tenga”.
