Segovia se mostró una vez más fiel a su cita con Apadefim y ayer, primer domingo de octubre, la ciudad se echó a la calle para acompañar y solidarizarse con este colectivo que trabaja desde hace 51 años por la integración de los discapacitados intelectuales en la sociedad. De nuevo, un éxito de convocatoria y de asistencia en una marcha que se ha convertido ya en un símbolo de Segovia.
Los paraguas y la incertidumbre fueron los protagonistas de los minutos previos al inicio del recorrido de 9,5 kilómetros entre la Plaza del Azoguejo y el Santuario de la Fuencisla, ya que una fina lluvia presagiaba una desapacible jornada. A medida que se iba acercando la hora del comienzo, la lluvia fue remitiendo, y cuando la alcaldesa Clara Luquero y el presidente de Apadefim, Antonio Tapias, cortaron la cinta que daba inicio a la marcha, la lluvia cesó de caer en la ciudad.
Antes de comenzar, la organización formalizó muchas inscripciones de última hora, alrededor de 400, que contribuyeron a aumentar la cifra de participantes en torno a los 2.800.
Durante todo el paseo, el viento y una agradable temperatura hicieron disfrutar a los caminantes de una buena jornada, donde no faltó el buen humor y algún que otro “pique” entre marchadores por ver quién llegaba primero. Los voluntarios de Apadefim situados a lo largo del recorrido indicaron el trayecto y colaboraron con la Policía Local para el control del tráfico en las zonas más complicadas al inicio de la marcha y hasta el primer punto de control situado frente al IES La Albuera. A partir de este punto, la marcha se normalizó en cuanto a los cortes de tráfico.
La buena temperatura hizo que muchos participantes se despojaran del chubasquero para lucir la camiseta azul de Apadefim que identifica a los participantes, formando una gran marea azul que recorrió la ciudad, descendiendo por la avenida de Padre Claret y la calle San Gabriel para, a través del barrio de San Lorenzo incorporarse a la ribera del Eresma y la Alameda de la Fuencisla, por donde transcurrió el último tramo del paseo solidario.
En la explanada del Santuario de la Fuencisla todo estaba preparado para recibir a los marchadores y entregarles un bocadillo y un refresco, así como un obsequio por su colaboración. Los más pequeños pudieron divertirse en los juegos y atracciones para ellos instalados, mientras que la música no dejó de sonar toda la mañana para animar a los que iban llegando. El grueso de los marchadores entró por la línea de meta a partir de las doce del mediodía.
Muchos aprovecharon estos momentos para hacerse una foto para el recuerdo con otros marchadores e intercambiaron experiencias sobre los momentos vividos en el paseo. Sin duda, la marcha de Apadefim es uno de los acontecimientos sociales más importantes del otoño segoviano, en el que los ciudadanos tienen la oportunidad de demostrar su solidaridad con esta causa.
El presidente de Apadefim, Antonio Tapias, mostraba su satisfacción ayer en la línea de meta, agradeciendo el cariño que cada año recibe la asociación por los segovianos. “A pesar de la amenaza de lluvia cuando hemos empezado la marcha, al final se ha convertido en un día extraordinario. Creo que además, la poca lluvia que ha caído al principio nos ha ayudado a hacer una marcha más relajada, con una temperatura buenísima, que nos han ayudado a conseguir un éxito de participación, realizándose carnés de inscripción hasta última hora”. En su opinión, la marcha de Apadefim “es un auténtico símbolo de apoyo a la discapacidad intelectual, una colaboración que está haciendo felices a los usuarios de Apadefim, que trabajan en el ámbito ocupacional, además del asistencial en los centros especiales de empleo y en empresas privadas”.
Antonio Tapias cree que Segovia debe sentirse orgullosa de lo que significa toda la acción que hace Apadefim, “no solamente en el ámbito asistencial y ocupacional, sino también en el de integración en la vida activa, en todo el ciclo vital de las personas con discapacidad”.
Y Apadefim se pone a trabajar desde ahora en la próxima marcha, que será la trigésimo quinta, el primer domingo de octubre, y que quizás contenga alguna “variante” en su programa.
