Mañana lunes 5 de agosto comenzará la segunda fase de las obras de reparación de la calzada de la avenida Padre Claret, unas obras que lleva a cabo la empresa Isolux-Corsán (responsable de su construcción y concesionaria del aparcamiento subterráneo), bajo la atenta supervisión de los técnicos municipales.
Los trabajos se centrarán en el tramo comprendido entre la gasolinera y la calle Soldado Español. Como en la primera fase, la intervención se centrará en el saneado de blandones y hundimientos existentes en el vial, la reparación de la base del firme para evitar que se reproduzcan y la recolocación del adoquín en algunos tramos de la avenida. También se repararán los sumideros, las arquetas y pozos de registro y se eliminará, en su caso, alguno de los reductores de velocidad.
Para llevar a cabo estos trabajos será necesario cortar la avenida al paso de vehículos. El tráfico se desviará de la siguiente manera: el de bajada, entre la glorieta de los Bomberos y la plaza de la Artillería, irá por las calles Soldado Español, Alamillo y Ochoa Ondátegui; el de subida, entre la plaza de la Artillería y la glorieta de los Bomberos, irá por la avenida Vía Roma y la calle San Gabriel.
En esta segunda fase de ejecución de los trabajos en la avenida Padre Claret, lo que hará imposible circular por ella hasta que finalicen. Sin embargo, las diferentes líneas del servicio de autobuses urbanos mantendrán sus paradas habituales.
La primera fase de estas obras se realizó el pasado mes de julio y en aquella ocasión también hubo que cortar la avenida al tráfico. Entonces la actuación de Isolux se centró en el tramo comprendido entre la intersección con la calle Soldado Español y la glorieta de los Bomberos.
Como se recordará, la empresa Isolux-Corsán, adjudicataria del aparcamiento subterráneo, se comprometió a primeros del mes de julio a llevar a cabo estas acciones de reparación durante el presente verano. Respondía así al requerimiento que el Ayuntamiento hizo en el mes de marzo para que dicha empresa realizara un arreglo ‘definitivo’ del tramo adoquinado de la avenida de Padre Claret, que presentaba diversos hundimientos en la calzada como consecuencia del constante paso de vehículos.
Un mes después, el alcalde, Pedro Arahuetes, firmó un decreto para prohibir el paso de todo el tráfico pesado, salvo los autobuses urbanos, con el propósito de proteger el firme y frenar su deterioro, a la espera de una respuesta de Isolux, con la que iniciaron una negociación los técnicos municipales.
