Los jabalíes vuelven a la carga y en las últimas semanas han arrasado varias fincas de cultivo de girasol, en localidades segovianas como Fuenterrebollo y Cantalejo. Esta situación se repite desde hace varios veranos, pero este año, además, se suma la sequía por la ausencia de precipitaciones, lo que reduce los recursos en el monte y muchas especies de fauna silvestre se ven obligadas a desplazarse en busca de comida, con la presencia cada vez más frecuente de jabalíes, sobre todo, y corzos en campos de cultivo, en este caso de girasol. Los agricultores se lamentan de los hechos y achacan el problema al retraso con el que la Junta de Castilla y León concede los denominados ‘permisos de espera’ para los cazadores, en unos años en los que los jabalíes se han reproducido mucho.
Agricultores como Enrique Matesanz explican que las pérdidas ocasionadas por los daños son importantes, en su caso ya superan los 8.000 euros. Afirma que los jabalíes invaden las fincas por la noche y devoran las pipas de girasol, ahora en pleno crecimiento, pero además de no poder aprovechar esa producción, los daños que ocasionan en la tierra son cuantiosos, al dejar todos los palos del girasol caídos e impedir volver a trabajar esa tierra. Enrique Matesanz señala que antes de los jabalíes los corzos han iniciado el trabajo de destrucción de la planta, con la cabeza del girasol, para dejar paso después a los jabalíes, que se comen las pipas.
Los agricultores piden a la Junta agilidad en la concesión de los ‘permisos de espera’ que, de nuevo vuelve a retrasarse este año, por la “burocracia” que supone la aplicación de una normativa aprobada en julio del año pasado. En este sentido, tanto los agricultores como los cazadores lamentan las “excusas” dadas por la administración autonómica para justificar la no concesión aún de esos permisos. “Lo achacan a falta de personal, porque están de vacaciones o de baja, y mientras, los animales invaden nuestras tierras”, se lamentan. Por ello, reclaman el “respaldo” de la administración.
El colectivo de cazadores coincide asimismo con los agricultores en la necesidad de que la Junta conceda ya los ‘permisos de espera’ para tratar de controlar estos ataques de jabalíes que cada año se intensifican.
Algunos cazadores denuncian la “despreocupación total y absoluta” de la administración para autorizar la caza controlada en situaciones como la que sufren los agricultores a los que jabalíes y corzos están arrasando sus cultivos. Y aluden también a la situación de peligro que introducen estos animales en la carretera, habiendo provocado más de un accidente.
“Actúan con total impunidad” insisten, en referencia a la administración. No les valen los “pretextos” que alegan, de falta de personal, y en este sentido reiteran su petición de rapidez en la resolución de los permisos.
Los cazadores consideran que los daños en la agricultura por esa causa cada vez son mayores y defienden su papel en la ayuda que prestan al sector gracias al control cinegético, así como a una circulación más segura por las carreteras.
La normativa regional actual sobre controles poblacionales de fauna silvestre establece que se solicitará autorización para realizar controles poblaciones sobre especies cinegéticas, tanto de caza menor como de caza mayor, entre otros motivos, “para prevenir perjuicios importantes a los cultivos, al ganado, a los bosques, a la fauna terrestre y acuática y a la calidad de las aguas”. Este es el caso de la invasión de animales.
Según diferentes publicaciones, la población de jabalí en España supera ya el millón de ejemplares. Aunque no existen estadísticas oficiales (las organizaciones agrarias llevan pidiendo al Ministerio de Agricultura desde hace años, sin éxito, un censo exhaustivo de la especie), diversos informes del sector apuntan a una multiplicación de ejemplares en estos últimos años. La alarma se ha disparado, con graves consecuencias para los agricultores y ganaderos: se dañan cosechas, masas forestales y propagan enfermedades de sanidad animal, como la tuberculosis o la peste porcina africana.
Las organizaciones agrarias reclaman un mayor control de los animales por parte de la administración
Las organizaciones agrarias también están implicadas en la búsqueda de una solución para este problema, que afecta a su sector y a sus trabajadores, que les demandan ayuda. Así, el secretario general de ASAJA Segovia, Pablo Rincón, explica a esta Redacción que “nos preocupa mucho este tema; por eso hace tres o cuatro meses que ya solicitamos a la administración que autorizara los permisos de espera para el control de jabalíes y corzos, sin embargo, vemos que no están muy ágiles en la Junta”. ASAJA ha pedido esos permisos en pueblos en los que se lo han demandado los agricultores, localidades como Sepúlveda, Abades, Sangarcía y Marazoleja, entre otros. Pablo Rincón señala que también se ha reunido con el delegado territorial de la Junta para hablar sobre esta cuestión, y su respuesta ha sido la misma que a agricultores y cazadores, “problema de personal”.
El secretario general de la organización segoviana considera que se trata de un problema grave, “porque hay que tener en cuenta que si una manada de jabalíes entra en una parcela, la arrasa al cien por cien”.
Por su parte, el secretario general de UPA Segovia, Pedro Matarranz, manifiesta que la normativa de caza de Castilla y León contiene numerosas restricciones en cuanto a control cinegético, al igual que en otras comunidades autonómas, en las que los cazadores han decidido protestar de forma conjunta, como es el caso de Cataluña. “Desde UPA reivindicamos negociar con la administración medidas de control por el aumento de la cabaña de jabalíes en los últimos años, con daños para los agricultores y las personas”.
