El concejal de Ciudadanos David García Foj advertía a la concejala de Servicios Sociales Ana Peñalosa: “esto va a ir a más” tras el duro debate que mantuvo con Podemos a cuenta de la moción que presentó para exigir la creación de una estrategia municipal de salud mental. Visiblemente molesta y en tono airado, Peñalosa respondió a su compañero Guillermo San Juan para asegurar que “no vamos a estar a favor jamás” de este proyecto, y le acusó de presentar mociones “en contra de esta concejala” dando a entender una especial animadversión hacia su modo de actuar.
El augurio del edil de la formación liberal pone de manifiesto la tensión creciente en el pleno municipal entre el equipo de Gobierno y la oposición, que lleva en algunos casos a presenciar episodios donde las buenas formas del ‘gobierno de las sonrisas’ que anunciaba Luquero al inicio de su mandato se quedan a la altura del betún a la hora de responder a los ataques que con mayor o menor acierto realiza la oposición a su gestión.
El ejemplo más claro reside en la cada vez más bronca relación entre la alcaldesa y el portavoz del grupo Popular Pablo Pérez; y el estilo bronco que el edil del PP emplea en sus intervenciones, es respondido por Luquero con similar brusquedad. Así, Pérez aseguraba que el equipo de Gobierno mostraba “soberbia marca Luquero” al negarse al diálogo sobre las cuentas municipales, y aseguraba que su gestión está marcada por “el engaño, la propaganda y las excusas”. Luquero contraatacaba para señalar que el portavoz popular “no anda bien es de educación y respeto”. “Usted tiene un modelo en política y mire cómo le está yendo, aprenda la lección”, afirmó para asegurar en otro momento del debate que su trabajo como senador es “ridículo”.
El rifirrafe entre PSOE y PP cambió de contendientes en el último tramo del pleno, y la moción sobre el plan de emborrillado enfrentó a la concejala popular Silvia Pasarón y al concejal de obras Miguel Merino. Así, Merino afeó a Pasarón la escasa preparación de su moción ante el pleno, y aseguró que “si yo fuera de su grupo, le mandaría al rincón de pensar”, mientras que en su respuesta, la edil del PP le espetó que “si usted me manda al rincón, yo le mando a Torrecaballeros”; una alusión que Merino entendió como personal y para la que pidió poder usar un turno de réplica que le fue negado en tono conciliador por la alcaldesa al no haber escuchado directamente la respuesta.
