La Federación de la Mujer Rural (FEMUR) reivindicó la labor de las maestras en los pueblos como catalizadoras de la formación y de la cultura en el medio rural en el foro «Tejiendo Caminos» que tuvo lugar ayer en el Teatro Juan Bravo de la capital
Ante casi medio millar de mujeres rurales llegadas desde varias regiones españolas, FEMUR congregó en una mesa redonda a cuatro maestras nacionales que expusieron ante el auditorio sus vivencias y experiencias a lo largo de sus años de docencia, en un escenario ambientado con algunos elementos propios de la escuela de los años 40 y 50.
María Fernández, de Villalba de los Barros (Badajoz), Hermelina del Pozo, de Las Berlanas (Ávila), Reyes Mantilla, de Reinosa (Cantabria) y Juana Garrido de La Lastrilla (Segovia) compartieron con las mujeres rurales sus recuerdos a lo largo de su vida profesional, plagados de anécdotas y de emoción.
En sus exposiciones tampoco faltó el humor a la hora de evocar los peculiares métodos educativos aplicados durante un tiempo en el que la pizarra no era electrónica ni los libros eran digitales, aderezado con la presencia de dos simpáticas «alumnas» que arrancaron más de una sonrisa al auditorio con su bromas a las ponentes.
Pese a que el acceso a la educación en épocas pretéritas era más fácil para los hombres que para las mujeres, las profesoras coincidieron en asegurar que las niñas «siempre han sido más trabajadoras y constantes en los estudios que los niños»,
Asimismo, todas ellas han señalado como principal diferencia de su época docente con la actual la «falta de autoridad» que hay ahora en las aulas, y abogaron por recuperar la figura del maestro «no sólo como referente autoritario, sino moral» para los alumnos.
El ambiente íntimo y casi familiar del foro se contagió también a las autoridades participantes en el acto de inauguración, que desvelaron también algunas confidencias relacionadas con el ámbito educativo en sus primeros pasos como alumnos.
Así, el delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, y el presidente de la Diputación de Segovia, Francisco Vázquez, recordaron a sus familiares vinculados con el mundo de la enseñanza para destacar también el valor de la educación en el ámbito rural.
Por su parte, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, tuvo un recuerdo para las tres mujeres galardonadas este año con el Premio Nobel de la Paz, con el que puso de manifiesto la importancia del trabajo de las mujeres como agentes dinamizadores de la sociedad en la que viven.
El foro concluyó con un Homenaje a la Mujer Rural, personificado en Librada, segoviana de Fuentepiñel y María, segoviana de Hontalbilla, y la actuación del Nuevo Mester de Juglaría puso el brillante colofón a esta jornada.
Optimistas pero no conformistas.- En el foro, la escritora y profesora Esther Vallejo pronunció una conferencia en la que trazó un panorama «optimista pero no conformista» sobre la evolución positiva del papel de la mujer rural en los últimos años. Vallejo, que fue subdelegada del Gobierno en Segovia y senadora del PP por Soria, resaltó la labor de FEMUR como aglutinante de muchos de los avances conseguidos por las mujeres en el medio rural y aseguró que el trabajo de este colectivo que agrupa a más de 80.000 mujeres en toda España “ha conseguido nuevas oportunidades para las mujeres tanto para su desarrollo económico como social y cultural”. Además, valoró la incorporación de las mujeres al asociacionismo y a la actividad política como medios para poder seguir siendo “las tejedoras de la intra historia de nuestra patria, como lugar común de la convivencia entre los españoles”.
