La Comunidad de Madrid pretende promover una normativa que supondrá una liberalización casi absoluta de los horarios comerciales, iniciativa que ha generado reacciones contrapuestas en el ámbito empresarial y sindical.
El Gobierno regional anunció el pasado jueves que está elaborando un anteproyecto de ley que permitirá a los locales de hasta 750 metros cuadrados abrir 24 horas, todo los días del año, lo que supone extender una norma que hasta ahora se aplica a los negocios de hasta 300 metros.
El Ejecutivo madrileño prevé que la Asamblea legislativa apruebe antes de que acabe este año lo que todavía es un proyecto que, además, implicará la apertura diaria de grandes superficies dedicadas en más del 50% de sus productos a la venta de muebles, decoración, bricolaje, artículos de construcción, vehículos, juguetes y artículos deportivos.
Asimismo, se simplificarán los trámites necesarios para la apertura de un comercio, de forma que, en lugar de esperar hasta obtener la licencia municipal preceptiva, se podrá presentar una declaración que hará posible conseguir una autorización provisional.
Junto a esa declaración de responsabilidad se exigirá una autoliquidación del empresario, con la que se adelanta el pago de los gastos de la futura licencia.
El objetivo del Gabinete de Esperanza Aguirre es «seguir profundizando en las medidas de liberalización de la actividad comercial en la región, e introducir incentivos para que esta actividad siga con el mismo éxito de los últimos años», en palabras del vicepresidente y portavoz, Ignacio González, partidario también de «atender la demanda de los ciudadanos».
La Comunidad de Madrid da un paso más en la misma línea tras la aprobación en 2008 de la ley de modernización del comercio y en 2009 de la ley de medidas liberalizadores y de apoyo a la empresa de la región.
En la actualidad, Madrid dispone de 22 festivos de apertura anual autorizada, cuando la mayoría de las regiones disponen del mínimo legal de ocho.
El anuncio generó numerosas reacciones contrapuestas.
La Confederación de Comercio de Madrid (Cocem) reclamó el consenso de todas las partes afectadas a la hora de establecer nuevos horarios para los comercios, mientras que la asociación de consumidores Facua expresó su rechazo al cambio anunciado por el Gobierno regional.
La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) valoró la liberalización de los horarios, por considerar que permitirá al sector mejorar su eficiencia, al tiempo que beneficia al consumidor. Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández,calificó de «muy positiva» la decisión de la Comunidad, porque «supone una libertad de horarios muchísimo más amplia para que se pueda vencer la crisis a base de aperturas».
Mientras tanto, CCOO de Madrid exigió la retirada inmediata del anteproyecto de ley, que ve como una «desregulación» que tendrá consecuencias negativas, porque afectará «gravemente» a los trabajadores del sector, poniendo «trabas» para que se pueda conciliar la vida laboral y familiar de «miles de personas».
Por otro lado, la Confederación Española de Comerciantes mostró su rechazo a la iniciativa e instó al presidente del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, a que aclare cuál será la posición del partido sobre los horarios comerciales en caso de que gane las elecciones.
En un comunicado, la CEC manifestó su «absoluta sorpresa» y lamentó que se dé luz verde a una medida que significará un aumento de la cuota de mercado de las grandes firmas de distribución a costa de la de los pequeños y medianos establecimientos.
