Según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística, en Segovia el Producto Interior Bruto se ha reducido más del 5% en un lustro. Poseemos mucho funcionariado, pero poca productividad empresarial, con lo que de cada vez atraemos menos la atención de los inversores, que se buscan otros lugares para desarrollar sus proyectos.
Afortunadamente se leen noticias prometedoras que tratan de paliar este déficit económico con la dotación de nuevo suelo industrial como el proyecto de ‘Prado del Hoyo’ y el polígono ‘Los Hitales’ en Bernuy. Son estas unas buenas oportunidades para ganarse la voluntad inversora tanto de los empresarios locales como de otros que se encuentran fuera de la provincia, especialmente de Madrid, que pueden ver a Segovia como un eficiente nodo comercial con un alto flujo de mercancías y trabajadores.
Pues si los industriales de la comunidad madrileña ven un filón en Segovia para expandirse, también el deporte debería orientar su actividad hacia este foco. Se podría conseguir un mayor patrocinio, con lo habría más posibilidades de lograr un mayor nivel deportivo de todos los clubes locales. Eso sí, las competiciones tendrían que organizarse desde las delegaciones de la capital de España. Esto supondría que los costes de los viajes se abaratarían considerablemente, el ‘tráfico’ de jugadores de ambas provincias sería más fluido y permitiría tener en las plantillas a muchos deportistas que encontrarían en una ciudad pequeña una mayor consideración y podrían mostrar mejor su nivel. Por tanto, una de las alternativas pasaría por deslocalizar las sedes sociales de los equipos segovianos e incluirlos en el registro de las de Madrid. Quizás haya impedimentos normativos, pero siempre se pueden buscar alternativas ingeniosas para lograrlo.
