Hace medio siglo que la iglesia de Cantalejo lució un brillo especial al acoger la ordenación sacerdotal de cinco jóvenes nacidos en la ciudad briquera. El templo ha recuperado hoy ese esplendor con la sustitución de sus ya oscuros ventanales por coloridas vidrieras.
El origen de estos elementos artísticos se encuentra en un taller del vitralista Juan José Roncos, situado en Humanes (Madrid). Y el motivo, la donación que ha hecho un sacerdote, hijo del pueblo y que inició su labor pastoral en esta iglesia.
Se trata de doce vidrieras que reflejan sendos motivos, familiares y religiosos. Dos de ellas iluminan la sacristía. Una se refiere a la ordenación de los cinco seminaristas cantalejanos (Santiago Berzal Sanz, Manuel de Lucas Pastor, Francisco Frías Benito, Vidal Lobo Barrio, y Mariano Frías Tomero).
En la nave central se encuentra la imagen de la Virgen del Pinar, patrona de Cantalejo; San Isidro, en recuerdo a la madre de don Mariano, nacida en Aldeonsancho en una familia agrícola; San Agustín, en memoria de su abuelo, promotor de la industria harinera, su padre, y su hermano, que fue alcalde e impulsó la actual configuración municipal. Otra vidriera está dedicada a San José, en recuerdo a las familias, donde nacen las vocaciones sacerdotales; al Bautismo, imagen situada sobre la pila bautismal en la que recibieron el sacramento su abuelo, su padre y sus cinco hermanos; y las cuatro restantes reproducen los cuatro misterios de la salvación (Nacimiento, Última Cena, Crucifixión, y Resurrección). A estas doce vidrieras se unen otros diez motivos litúrgicos que adornan los cimborrios del templo.
La vinculación de Mariano Frías con su localidad natal se refuerza así más si cabe. Aquí nació y en esta parroquia se bautizó. Fue confirmado, recibió la primera Comunión, y se ordenó sacerdote. Desde entonces en otros lugares siempre ha presumido de su origen briquero. Ha sido capellán de la plaza de toros de Las Ventas 20 años, y es el asesor taurino de Cantalejo. Antes de ser el párroco de Nuestra Señora del Henar en Madrid, fue capellán en Bogotá y en Cartagena de Indias, en Colombia. Pero siempre ha tenido como patrón y bandera a Cantalejo y a su Virgen del Pinar.
