La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, ha confesado sentirse «sorprendida y dolida» por la postura del exalcalde Pedro Arahuetes de firmar en contra del cambio de denominación de la avenida de Fernández Ladreda, si bien matizó que «en el ámbito privado», como un ciudadano más, el que fuera regidor durante los últimos once años «puede opinar lo que quiera».
Luquero hizo estas manifestaciones, la noche del martes, en el programa «Linea directa con la alcaldesa» de La 8 Segovia, de Televisión Castilla y León, que dirige y presenta Victoria Domínguez. Cuando fue preguntada si se sentía sorprendida y dolida por la postura de Arahuetes, la alcaldesa afirmó que decía «sí» a las dos preguntas.
Luquero añadió que recibió la noticia sobre la postura del exregidor «con sorpresa, decepción y cierto disgusto», aunque, a continuación, aclaró que ni ella ni ninguno de los miembros de su Gobierno iban a realizar manifestaciones al respecto, porque «el anterior alcalde, en el ámbito privado, puede opinar lo que quiera». «No oirán de mí ninguna palabra crítica contra quien ha sido el mejor alcalde de la historia democrática de la ciudad», zanjó Luquero.
En otro momento de la entrevista, la alcaldesa reconoció fue una “absoluta sorpresa” que PSOE e IU, con su voto de calidad, ganaran la votación, gracias a la ausencia del concejal popular, José Antonio Garvía, puesto que Arranz y el PP estaban “en el mismo juego” para tumbar la propuesta.
Como se recordará, el portavoz de IU, Luis Peñalosa, aseguró en el último pleno que el exconcejal socialista y ahora edil no adscrito, Javier Arranz, estaba asesorado por el bufete «Arahuetes and Peter Pan». Que Arahuetes está asesorando a Arranz es algo que no solo cree Peñalosa, sino también varios miembros del equipo de Gobierno consultados, que sospechan que el rigor técnico y jurídico de los últimos escritos presentados por el concejal no adscrito (una enmienda a la totalidad y un recurso de reposición) tienen la autoría del exalcalde.
No obstante, Arahuetes lo ha negado de forma tajante y hasta se indigna si se le lanza la insinuación. «Es absolutamente mentira, no tengo nada que ver con ninguna de las acciones que está haciendo Javier Arranz», ha declarado Arahuetes. «Si se refieren a mí, es porque quizá les sea difícil olvidarme, todos los concejales tienen arahuetitis», ha dicho el exalcalde, quien recalca que lleva fuera «de la cosa pública» desde hace diez meses, en los que, según afirma, ha guardado silencio, y ha rechazado hacer manifestaciones a los medios de comunicación.
Arahuetes sí ha hablado, como ciudadano, cuando se le preguntó por sus motivos para firmar en contra del cambio de nombre para la Avenida de Fernández Ladreda. Lo cierto es que el exalcalde nunca fue partidario, durante once años, del cambio de denominación, pese a estar recogido en el último pacto que suscribió con Peñalosa para acceder a la Alcaldía. Arahuetes ha confesado, a su círculo más íntimo, que no entiende el enfado, porque tanto los que eran sus concejales como Peñalosa sabían que él estaba en contra.