La semana política comenzaba con los concejales del Grupo Municipal Popular haciendo un balance del primer año de Gobierno socialista en el Ayuntamiento —el 11 de junio de 2015 se constituyó la nueva corporación—. “Se ha caracterizado sobre todo por falta de rigor e improvisación”, dijo el martes la viceportavoz del Grupo Municipal Popular, Azucena Suárez, sobre la gestión del Gobierno municipal Socialista, dirigido por Clara Luquero.
Sobre la falta de rigor y la improvisación que el PP señala en la gestión de los servicios municipales, Suárez hizo referencia al pliego para el nuevo contrato del transporte público, todavía pendiente “a mes y pico de que venza el contrato”, o el retraso que se ha producido en la ejecución de programas como los ARU (áreas de regeneración urbana).
Pero el jueves, la alcaldesa afirmó al respecto que “no es cierto. No hay ni falta de rigor ni improvisaciones”. Según explicó Luquero, al término de la reunión de la Junta de Gobierno Local ante las preguntas de los periodistas, “lo único que hemos tenido que improvisar, en lo que no hemos cumplido los plazos, ha sido por la actuación de la Junta, que ha demorado ciertas tramitaciones”.
Así, concretó la alcaldesa, “en lo único que hemos tenido que improvisar ha sido en las modificaciones presupuestarias de finales de 2015, para ejecutar lo máximo de presupuesto posible, y lo que hicimos fue destinar los recursos que estaban destinados en los presupuestos municipales a las obras de la avenida de la Constitución y de la estación de autobuses a otras actuaciones menores en los barrios de la ciudad para no perder esos recursos”.
El motivo, insistió Luquero, para llevar a cabo estos cambios “se debió a que la Junta no actuó con la celeridad necesaria en la tramitación para cumplir con los plazos previstos, porque en nuestros presupuestos municipales estaban contemplados los recursos para esas dos obras”. Así pues, añadió la alcaldesa, “reaccionamos con soltura para no perder esos recursos y destinarlos a necesidades de la ciudad en otros ámbitos, actuaciones que no necesitaban gestiones administrativas de meses y se podían llevar a cabo”.
Lo que está claro, concluyó Luquero, es que “la oposición va a decir todo menos que actuamos bien, pero aquí quien tiene que evaluar son los ciudadanos, yo no soy quien para valorar a los portavoces de otros grupos, quien tiene que valorar siempre son los ciudadanos”.