Como los irreductibles galos de la aldea surgida de la imaginación de Goscinny y Uderzo. los seguidores del heavy metal mantienen viva l llama de este estilo espoleados por la poción mágica de druidas como Lujuria, que desde hace 20 años abanderan desde Segovia la pujanza de la música rock en castellano.
Antes de la Nochebuena, la banda segoviana quiso reunir a sus fieles de la capital en uno de los últimos conciertos de la gira que está celebrando para conememorar su vigésimo aniversario sobre los escenarios de medio mundo, sabedores de que en su tierra natal cuentan con una pléyade de incondicionales que han conseguido mantenerles en el candelero. La Sala El Convento del barrio de San Millán fue el lugar elegido por la banda para un concierto planteado como el típico encuentro de amigos que se reunen para echar unas risas evocando anécdotas del pasado. Así, el grupo liderado por el incombustible Óscar Sancho —que a buen seguro ha firmado un pacto con el diablo para mantener intacta su energía vital en el escenario— desgranó las mejores canciones de su repertorio, incluso algunas de las que más tiempo llevaban sin tocar, en un concierto donde volvieron a mostrar su solidez musical ejemplificada en el talento de cada uno de los integrantes de la banda.
Al contrario que en cualquier cumpleaños, Lujuria quiso obsequiar a sus fieles con el nuevo DVD “La muy ilustre y lujuriosa Ciudad de Segovia”, una edición limitada que sólo pudo adquirirse con la compra de las entradas de la gira de despedida. Dentro de poco, Lujuria dejará la carretera para dedicarse a su próximo elepé “Sexurrección”, con el que volverán a la carga.
