Bajo una lluvia intermitente y con una gélida temperatura arrancó ayer en Ávila la segunda etapa de la Vuelta a Castilla y León, que vio cómo el portugués Manuel Cardoso cedía el liderato de la General al corredor que se impuso en la carrera de ayer, Luis León Sánchez. El ciclista del Rabobank defenderá su primer puesto hoy en la última etapa de la ronda regional, en Segovia.
En el transcurso de la etapa de ayer –además de la fatiga– el agua, la nieve y el viento se volvieron convertir en enemigos de los ciclistas. Estas condiciones meteorológicas hicieron abandonar a un buen número de corredores, entre ellos uno de los favoritos, el alemán Andreas Klöden.
Pasaron muchas cosas y ninguna. Porque el epílogo de la segunda jornada se escribió a falta de treinta kilómetros.
Doce corredores Castroviejo y Moreno (Movistar), Urtasun y Velasco (Euskaltel), Slagter (Rabobank), Machado (RadioShack), Toribio (Andalucía), De la Cruz (Caja Rural), Levarlet (Saur Sojasun), Blanco (Efapel), Dempster (Endura) y Maté (Cofidis) saltaron de un grupo cabecero, en el que no viajaba ya el líder Cardoso y con no más de 50 unidades, y parecía que se iban a jugar la etapa entre ellos.
Y no fue así por un factor. El instinto de Luis León Sánchez, que saltó de atrás y él solo fue capaz de enlazar con la fuga en una ascensión a la Paramera que recordó a la de Frank Vandenbroucke en Navalmoral.
Una vez divisados los escapados fue dejando madurar a sus piezas para asestar el golpe final en el duro empedrado abulense. Allí, como siempre, brazos en alto y dedicatoria a su hermano fallecido, que también era ciclista, León Sánchez.
El resto de los escapados llegaron de uno en uno dando muestras de la dureza de la etapa, mientras que el primer corredor del pelotón lo hizo a casi diez minutos.
Hoy se disputa la tercera y última etapa de la ronda, con principio y final en Segovia, y con los altos de Navafría, Morcuera y Navacerrada, todos ellos de Primera Categoría.
De todas maneras, si estos puertos estuviesen impracticables durante esta mañana por culpa del mal tiempo, la organización de la Vuelta a Castilla y León tiene previsto –como alternativa– cambiar el recorrido, pasando a dar quince vueltas al circuito de La Piedad.
