Primero fue su convocatoria para la Eurocopa 2020 que se celebrará en el 2021, llamando a 24 jugadores, cuando podría completar su lista con 26, dejando fuera al omnipresente capitán, Sergio Ramos, junto a otras opciones como Nacho, Albiol, Jesús Navas o el ‘Príncipe de las Bateas’, Iago Aspas.
Se aumenta el nivel de dificultad del videojuego con el positivo por Covid de Sergio Busquets y Diego Llorente (aunque el de este último parece que ahora es un falso positivo), que han desatado la polémica, acerca de la necesidad u obligación de ser vacunados antes del evento futbolístico del año. Que si chapuza de la UEFA por carecer de previsión, o del Gobierno por no acceder a la petición de la RFEF, dos meses atrás, de llevar a cabo la inmunización de los internacionales, coincidiendo con nuestros olímpicos, o si es mejor ‘Jansen’ o ‘Pfizer’, como si se trataran del delantero centro danés o del mediapunta alemán.
Al final, la burbuja inicial se amplía a una segunda, tras tener que disputar la Sub 21 el partido previsto contra Lituania, que inicialmente iba a servir de preparación para la Absoluta, quedándose jugadores en Las Rozas, junto a nuevas incorporaciones.
A los miles de comentarios y opiniones, respetables o no, se unía una voz sumamente autorizada: Aina Vidal, diputada en el Congreso por En Comú Podem, que definía a la Selección Española de Fútbol como “un grupo de once hombres, dando golpecitos a una pelota”.
Con todo este bagaje en la mochila, comparece Luis Enrique en sala de prensa. Podrá gustar más o menos, estar de acuerdo o no con sus decisiones o forma de ser…pero tengo claro que él es el líder de este equipo. Va a dar la cara siempre, y actuará de parapeto ante todo lo que se lance desde fuera hacia su vestuario. Sabe que ni siquiera los resultados, aun siendo positivos, le salvarán de críticas y linchamientos. Yo a gente así, les ‘banco’ siempre.
